domingo, 27 de noviembre de 2016

Tokio.

En un rincón solitario
de un barrio de Tokio
tal vez nuestros labios
recreen besos de folios.

Tengo cita reservada
bajo un añoso cerezo
y mi mirada clavada
en todos tus bostezos.

Esta vida es tediosa
y demasiado dañina,
nunca aceptes rosas
si no quieres espinas.

En el Mar de Árboles
hay cielos sin albores,
no quedan ni ángeles
ni color en las flores.

Rescátame esta vez
ya en mi última vida,
y la primera en ver
que aún existe salida.

Solo asiste a esa cita
y te regalaré mis alas,
libre estás más bonita
que vestida de gala.


No hay comentarios:

Publicar un comentario