Con ganas de volver a ser
parte de lo que era antes.
Con sueños por delante
y pesadillas ausentes.
Si muerte rima con verte,
prefiero que me maten,
Cuento con la suerte
de contar contigo siempre.
Tantos que se fueron
parecieron autogoles.
Dónde encontrarán a
alguien que nunca les falle.
Que les follen,
soy de dar oportunidades,
pero no de dar la mano
si no conocen mi nombre.
Bueno, pero astuto,
como el Lázaro de Tormes.
Se avecina tormenta,
y prefiero mojarme.
Las malas situaciones
me volvieron triste,
pero también indomable.
Para qué echarme un cable,
si vas a electrocutarme.
Tranquilo, soy de cobre,
no lograrás herirme.
Puedo rimar como Bécquer;
poesía eres tú,
por tanto vivirás por siempre.
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