miércoles, 30 de noviembre de 2016

Vuelve.

Vuelve cuando el incendio
esté sofocado por completo,
cuando la lluvia anegue
estas mal sembradas tierras
con flores ya marchitas
incluso antes de germinar.
Vuelve si logro matar al tiempo
en su más literal sentido,
si crees que no he vivido
lo suficiente a tu lado.
Vuelve, en esta u otra vida,
ya me hables fría,
o tu aliento sea helado.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Queridos compañeros.

La gente corriente me da calambre,
las pocas diferentes me dan la vida
hasta saciar con sonrisas mi hambre.

Quiero dedicarles algunas palabras,
vendar sus heridas solo con poesía
para que estas nunca más reabran.

Anhelo darles un beso a los lejanos,
que se acuerdan de mí al leer versos
y aún me esperan cualquier verano.

Me irrita no recordar a los cercanos
el desmedido cariño que les profeso
en este universo colmado de villanos.

En pájaros nos convertiremos pronto
cuando dejemos de estar enjaulados
y volemos sobre desmesurados pontos.

Mientras tanto esquivemos disparos
de esos que fusilan a la esperanza
sobre la ciudad del cielo entreclaro.

No quiero gente corriente en mi vida
deseo gente que sonría sin paraguas
bajo la lluvia en cualquier avenida.

Que pierda el metro por un pálpito
sin importarle siquiera la espera
o la dirección que manda el hálito.

Me gustan sin hábitos, gente loca
la que piensa, observa y llora,
la que ama callada y se equivoca.

Estimo ese sentimiento recíproco
y sencillamente por ser quien soy
os tengo sobre una peana unívocos.

Dejé de meditar a quien quiero más
para limitarme a regalar el tiempo
que tengo, valioso, y que no volverá.

Con ustedes, queridos compañeros
no cuenta el dinero, ni el interés,
 solo el querer con amor verdadero.


Tokio.

En un rincón solitario
de un barrio de Tokio
tal vez nuestros labios
recreen besos de folios.

Tengo cita reservada
bajo un añoso cerezo
y mi mirada clavada
en todos tus bostezos.

Esta vida es tediosa
y demasiado dañina,
nunca aceptes rosas
si no quieres espinas.

En el Mar de Árboles
hay cielos sin albores,
no quedan ni ángeles
ni color en las flores.

Rescátame esta vez
ya en mi última vida,
y la primera en ver
que aún existe salida.

Solo asiste a esa cita
y te regalaré mis alas,
libre estás más bonita
que vestida de gala.


Sin magnitud.

Me he sumergido
en los charcos
de la avenida
del suicidio.
He nadado
en los vasos
más sucios
de un tugurio.
He buceado
en la saliva
que me mentía
bajo la lluvia,
y también
 me he ahogado
en una lágrima.
En un mundo
sin magnitud,
de aguas bravas
y dolor punzante,
grito socorro
pero nadie viene
a rescatarme.


martes, 22 de noviembre de 2016

Mis días.

Lo más triste de todo esto
es que mis días se dividen
en los que me siento solo
y en los que no me siento.


Al alba.

Plántame un beso de esos
que me reverdezca el alma

regálame una caricia de esas
que a menudo me salvan

concédeme un abrazo de esos
que me acercan a la calma

y otórgame una pasión de esas
que no acaban al alba.


Las últimas gotas.

Si el vaso está medio vacío
apuremos las últimas gotas,
que hay quienes lo tienen lleno
mas ni siquiera les envidio
porque en este se ahogan.


domingo, 20 de noviembre de 2016

Sobre amor.

Quiero que imagines,
si lo consigues, claro,
cuánto puedo querer
si todo lo que escribo
sobre amor lo escribo
sin estar enamorado.


sábado, 19 de noviembre de 2016

Tu humildad.

Así como 
a una estrella
te miro,
con la única
diferencia
de tu humildad,
el poder
verte sin mirar
arriba
y además dejarte
tentar.


De la nada.

Ojalá vengas de la nada
para convertirte en mi todo.


viernes, 18 de noviembre de 2016

En el quinto.

Una herida de gravedad
dice haberse arrepentido
de saltar al vacío desde
la ventana del tercer piso,
y en tono muy reflexivo
maldice su mala suerte
y no vivir en el quinto.


jueves, 17 de noviembre de 2016

Sin ton ni son.

Frases de desamor sin ton ni son
escribo sobre puentes candados,
acerca de la oscuridad bajo el sol,
además de la soledad acompañado.

Nunca soporté las falsas promesas
entre la niebla sin la luz de un faro,
ni las velas apagadas sobre la mesa
que hasta se reían de mí con descaro.

La felicidad recibe bien a los ávidos
que la buscaron entre la penumbra
pero a que todo se escape tan rápido
obviamente uno nunca se acostumbra.

No tengo ni un solo mensaje recibido
y mi llamada anda más que perdida
con un suspiro tras no encontrar oído
que a mis palabras dé la bienvenida.

Me duele ver a las flores marchitas
mas eso no es lo más dramático,
peor es tener semillas de margaritas
pero no poderlas plantar en el ártico.

Frases de amor sin ton ni son
escribo en el bosque profundo,
acerca de un interminable arrebol
que realmente dura unos segundos.

No tengo el control sobre el tiempo
pero sí lo tengo sobre mi imaginación,
tal vez por eso a menudo te contemplo
con los ojos cerrados, ciego de la pasión.

Cierra mis heridas y ningún candado,
comparto la libertad sin que me la pidas;
corriendo avenidas siempre a tu lado,
ojalá tus abrazos me devuelvan la vida.

Adoro tu mirada que reluce apagada
porque aun triste confía en la esperanza,
para muertos en vida tengo dedicadas
cientos de poesías y miles de alabanzas.

Tus huesos son cristalinos si te quiero,
por esa razón no apretaré tus manos;
solamente aspiro a ser el compañero
que te regala brisa en días de verano.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Si le mientes.

Te deseo lo mejor
es más, a él también;
te pido que si le mientes,
sea porque le has dicho
que no le quieres,
porque sé lo que duele
que te engañen diciendo
que de verdad te quieren.


martes, 15 de noviembre de 2016

Parque de atracciones.

Yo poseo mi propio
parque de atracciones;
vivo en la casa del terror,
sé de las subidas y bajadas
de la montaña rusa,
de las vueltas de la noria
hasta perder el sentido,
y de los globos que escapan
de las manos de los niños.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Un deseo.

Permíteme robarte un beso
y dos minutos de tu tiempo,
ahora déjame pedir un deseo;
que el tiempo sea eterno
y que sea más de un beso.


Muriendo.

Siempre nos estamos muriendo
hasta en el mejor momento
de toda nuestra estúpida vida.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Era bonita.

Era bonita,
más incluso 
que el cielo,
y también más
que el mar,
era ese misterio
que se esconde
en el horizonte.

Era bonita,
qué duda cabe;
eclipsaba al sol,
ofendía a la luna,
por no hablar
de su voz
de nanas
de cuna.

Pero se volvió fea,
no por las arrugas,
no digo desnuda,
hablo de su alma
que ya no tiene cura,
impura, no intacta
se volvió adulta
porque el tiempo pasa.

Se volvió fea,
es algo innegable,
ya no amaba
como antes,
se hizo grande,
pero lo que no sabe
es que su corazón
dejó de ser gigante.


viernes, 11 de noviembre de 2016

Cenizas vuelan.

Su primera musa,
su único amor,
le dijo al marchar
''donde hubo fuego
cenizas vuelan,
mas no volverán
a arder jamás''.
Y él dice quemar
pero ya no quema,
y él dice amar
pero ya no ama;
no hay maderas
en su hoguera,
no hay amores
en su cama,
él ya solo es la ceniza
de la que ella hablaba.


Mujer.

Era el cielo,
eras tú,
era el amor
que de espaldas
ante mí
aun así sentía;
eras poesía,
la mujer
de mis noches
y la mujer
de mis días.


martes, 8 de noviembre de 2016

Si te quiero.

Me preguntas si te quiero,
¡y dios!, te quiero tanto
que ni siquiera existe
un mundo paralelo.


Imaginación.

Me gusta fumar
imaginando que
los cigarrillos
son personas;
encenderlos,
consumirlos,
y por último
pisotearlos,
tal y como
hacen conmigo.


Por desgracia.

Ojalá tuviera un corazón
de piedra para que pudieras
esculpir tu nombre sin romperlo;
pero por desgracia, no es así.


lunes, 7 de noviembre de 2016

Mi corazón.

No necesito ser médico
para saber que mi hígado
tiene unos treinta y cinco;
mis pulmones deben rondar
así como los cincuenta años;
veinte he estado cayendo,
los mismos, levantando.
Lo de mi corazón es relativo,
un día creo que tiene tres siglos
y otro que ni siquiera ha nacido;
así como la poesía que escribo,
que maneja el tiempo como quiere,
pare o vuele, al compás
de años, siglos o ningún latido.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Entiéndeme.

Mi hermana
me ha dicho
que le gusta
mi poesía
pero que no
la entiende,
y sinceramente,
preferiría
que la entendiese
y no le gustase.


Trece horas.

He dormido
trece horas
ininterrumpidas
sin soñar contigo,
y estoy satisfecho
porque he vencido
al insomnio
y te he vencido
a ti.


Recordarla.

Me he vuelto creyendo
que era ella 
porque no olvido
una fragancia,
mas me he equivocado,
no es ella,
aunque la vida es bella
si puedo recordarla.



Hoja de otoño.

Como hoja de otoño
me pisaste,
como hoja de otoño
crují.


Un televisor.

Tengo un televisor
justo al lado
de donde escribo,
yo también sucumbí
ante la televisión
siendo más crío.

Lo miro sin encenderlo,
ni siquiera me dio
por buscar el mando,
y qué favor me hizo
mi gata royendo
el cable coaxial.

A los que me critican
también los entiendo,
tener un televisor
y no encenderlo
es como tener cigarros
pero nunca fuego.

Me empeño en conocer
lo que hace del mundo
un completo desastre,
como el engaño constante
hacia mentes confusas
que nada se preguntan.

Pero yo me pregunto
cada vez más inquieto,
¿para qué necesito
este maldito trasto
en mi cuchitril
de ensueño?



sábado, 5 de noviembre de 2016

Soledad mía.

La soledad que bajo mi techo habita
me cuenta que necesita más libertad,
que su edad a conocer lugares le incita
y que deshojar margaritas da felicidad,
mas la mitad se contemplan marchitas,
¡qué poco bonita es a veces la realidad!

Qué desagradable se torna lo imposible,
que corazones vibren sin ser impenetrables,
que el aire se haga irrespirable es terrible
y es horrible no poder describir lo inefable;
así que no me hablen de lo que es perceptible
porque busco lo invisible y lo inimaginable.

La soledad no dejará nota de despedida
ya derrochó media vida y simplemente se irá
a algún lejano lugar, quizá una isla perdida
donde no hay avenidas para deambular,
allá para cicatrizar algunas heridas
y ya por fin decidida poderse amar.

Ojalá conocieran a esta soledad fría
convertida en poesía de primavera
pues a su vera todo es melancolía
mas me mata la agonía si no se queda;
ella es mi compañera y yo su compañía,
ojalá, soledad mía, todas fueran tan sinceras.


viernes, 4 de noviembre de 2016

Humedecidos.

Los ojos húmedos
en columpios oxidados,
la imaginación en duelo
con los recuerdos,
futuro contra pasado.

Las manijas circulan
demasiado rápido,
más quizás que la luz
a mis ojos fijos
sobre el reloj.

Y no vale romperlo,
el sol y la luna
seguirán girando
mientras nosotros
caminamos lento.

Y no sé apresurarme,
la muerte segura llega
mas la fecha incierta
me obliga a no apartar
mi oído de su silencio.

El tiempo maneja
mis hilos atados al futuro
y me dijo que ayer
encontró mis ojos
humedecidos.



miércoles, 2 de noviembre de 2016

Para siempre.

Vivimos en un mundo estúpido
donde tememos a la lluvia
y existen los paraguas,
donde anhelamos el amor
y no existen los para siempre.