lunes, 30 de noviembre de 2015

Nos encontraremos en el baile.

Quién fuese libro
para rozar tus manos
y convertir mis amargos domingos
en los más dulces sábados.

Ser tu pareja en esta obra de teatro
y bailar contigo hasta perder los zapatos.
Pasadas las doce y pasada la noche
ser quien mejor te conoce.

Sentir el vértigo de la aurora
ver cómo se apagan las farolas
y pasarme horas recitando odas
mientras tú la guitarra tocas.

Llenar este conticinio
con el vicio a tus susurros
y hacer sempiterno
lo que es efímero.

Ser el verdugo
de tus miedos
y hacer que Dios
te envidie.

Por poner el cielo
a tus pies
y ser la sombra del ciprés
de Miguel Delibes.

A la cual deberá enfrentarse
todo el que quiera herirte.
Y no hay dolor que implique
no hacerte inmarcesible.

Si tu voz evanescente
se pierde en el aire
y yo perdí el norte
nos encontraremos en el baile.

Volveremos al principio
pero sin desenlaces
para ser los que dancen
al borde del precipicio.

Propicios a caernos
en pequeños resquicios
congelamos el tiempo
en el invierno más frío.


sábado, 28 de noviembre de 2015

En las noches más polvorientas.

Ya no te busco a tientas
a sabiendas
de que la jodienda
es tenerte cerca.

En las noches más polvorientas
pero sin pólvora en cada polvo
mando cada bala de vuelta
por la muerte del morbo.

Tu cama se tornó en tumba
y sigue fría como la tundra.
Esperando a que me pudra
por no ser el que la ocupa.

No seré quien llene ese vacío
si a este cúmulo
de crepúsculos
mis secretos le confío.

Que no te necesito
es un hecho.
Y si te escribo
es por despecho.

En ese margen tan estrecho
los polos acabaron siendo opuestos
y nos separamos como dos desconocidos
para no volver a vernos.

Tal vez eche de menos
algunos de tus gestos
pero ya no malgasto el tiempo
en un amor no verdadero.

Nos quisimos
no lo dudo
pero todo
fue efímero.

Ahora solo son números
versos desnudos
recuerdos trémulos
pero sin ningún futuro.

Fuimos dos pasajeros
que al final salieron
de ese mundo paralelo
y de nuevo partieron.


jueves, 26 de noviembre de 2015

La mayor sala de tortura.

Tu cama fue la mayor sala de tortura
donde hubiera cambiado noches de sexo
por textos de Pablo Neruda.

Preferí verte desnuda
a la luz de la luna
porque la cura a mi locura
era rozar tu piel a oscuras.

Por saber que mis escrituras
acabarían en pretérito
y es que el presente no tiene mérito
si el pasado queda en la basura.

Las heridas aún supuran
mi dolor agotó tu crédito
y el amor decrépito
terminó con la ternura.

Hoy no puedo verte ni en pintura
porque te pinté cielos celestes
en forma de armadura.

Ya no pierdo el norte
pierdo de vista el este
allá donde un tren
me llevó a conocerte.

Donde avisté días mejores
camuflados por falsos colores
en el cual se pudren las flores
que parecen inmarcesibles.

Donde las rosas son sables
y tú apuñalas donde más duele.
Allá donde el dolor parece invisible
e irreversible se vuelve.

Me fui yo para no volver
para escribir en papel
lo que no pude ayer.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sigo estando beodo.

Me ahogué en charcos de alcohol
hasta perder la voz
gritando
''que le jodan al dolor''.

Tal vez me pasé con los grados
y eclipsé hasta al sol
haciendo de lo apagado
luces de neón.

Olvidando que el amor es ciego
y yo carezco de labrador.
Sin ser el guardián entre el centeno;
tirando mis sueños al vacío por amor.

Recapitulando poemas sin final
poniendo puntos
porque volver a verte
es una ínfima posibilidad.

Todos con mi firma
empapados en lágrimas
sin nada más que filmar
desde que acabó la película.

Siendo siempre el antagonista
de cada obra demencial
donde mi poesía denuncia
a cada musa que me logró conquistar.

Donde poemas quedan en el olvido
o acaban siendo quemados
por corazones helados
que puso en mi camino Cupido.

Si levantase cabeza Quevedo
y viese en lo que esto se ha convertido
lloraría por el recuerdo de lo que quedó
enterrado hace siglos.

Sigo estando beodo
y veo doble
porque para un pobre
eso es tenerlo todo.

Insistiré pidiendo auxilio
aunque sea al folio
a ver si en el exilio
no me enamoro del demonio.


domingo, 22 de noviembre de 2015

Seguiré siendo el gato negro.

Nunca más seremos Bonnie & Clyde
si hablábamos de huir
y nuestro amor resultó abatido
cualquier noche de domingo.

Quizá nos confundimos
pensando en el dinero
y cada uno de los ''te quiero''
quedó en el olvido.

Seguiré siendo el gato negro
que desaparece en cualquier agujero
y nuestro amor íntegro e íntimo
será un ínfimo recuerdo.

En el intento de reavivar momentos
que hace mucho que murieron
me quemo por dentro
con el fuego que calcinó mi cuerpo.

Si al menos los cartuchos
hubieran sido de fogueo
en el tiroteo de tus dieciocho
disparos a mi corazón mustio.

Hablaríamos de otro noviembre juntos
y no de un amor ya difunto.
Ahora rindo tributo a todo esto
porque nada fue perfecto, pero fue nuestro.

Cada vez que me prometo
no volver a escribirte
fallo en el intento
y mi interior se desviste.

Que te vaya bien con quien te ofrezca
mundos más felices
alejados de la tristeza
que todavía no comprendiste.

Y es que todo se basa
en querer.
Querer quererte bien
hasta cuando la muerte abraza.

Amenaza ahora la soledad
que se torna duradera
en la eterna espera
de pensar que no volverás.

Seguirás siendo Clyde
y yo jamás volveré a ser Bonnie
desde que lo bonito es más frágil
y el amor algo más que mensajes al móvil.


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Dejar que me marchite.

Tus ojos son
mi mayor remanso de paz
hasta cuando soy incapaz
de mirarlos.

Me invaden los nervios
vuelven mis miedos
posteriores a lo que quedó
en mi fatídico incendio.

Ahora me derrito
por tu calor,
pero siendo hielo
conseguí vivir sin dolor.

No vendrán bomberos
si vuelvo a arder en el fuego.
Y no sé si quiero entrar al juego
de sembrarnos ardor.

Tampoco ser tu calor pasajero
en este tren sin destino aparente
porque desaparezco en agujeros negros
y prefiero que nadie lamente mi muerte.

No aferrarme a ti tal vez me condene
o lo haga y te olvides de mí cualquier viernes.
No te invitaré al baile, ven si quieres
y te daré mi corazón que puñales contiene.

No sé si me dio por perderme
o siempre anduve perdido.
Pero mi amor ya no duerme
y que lo vengues te pido.

Seré fiel a tu vértigo
si te llevo al cielo.
Y serás testigo
de lo lejos que queda el suelo.

Poco más puedo ofrecerte
si de lo demás carezco.
He muerto siete veces
y la octava vida te la dejo.

Sigo con la incertidumbre
de si noviembre
tiene la llave
que tu corazón abre.

Y en papeles 
intento describirte
pero solo me sale
lo que debe doler ver marcharte.

Dejar que me marchite
una vez más
y jugar al escondite
con mi felicidad.


lunes, 16 de noviembre de 2015

En cualquier constelación.

Te he seguido
sin que me hayas oído.
Mientras yo oía tus canciones
recordando lo que fuimos.

He echado de menos tu voz
pese a escucharla a menudo
pues pasa el tiempo más veloz
oyéndote solo unos segundos.

Odiando al reloj
y también sus manijas
si la distancia todo lo manejó
y desde entonces te alejas.

No sé encontrar la manera
ni tampoco las palabras
con las que describir quisiera
la nostalgia que mi corazón guarda.

Cuando todo queda tan atrás
y la estrella sale de su órbita
para conocer otros planetas
y solo soy polvo en la nebulosa.

Tal vez descifres lo que escribo
en cualquier constelación;
como que en esta estación
nos conocimos.

Si Madrid sonríe
es por ti;
pero ojalá
estuvieras aquí.

Y en la cuerda floja
de tu guitarra me hallo
desde que me callo
y solo escribo en mis hojas.


El momento en el que el poeta calla.

Estamos hechos de recuerdos
porque el pasado nos educó.
Desde que el querernos caducó
y el amor es solo un cuento.

El amor propio nunca sirvió
para mantener vivo un corazón
que pierde la razón
ante el amor ficticio.

Aun estando este lleno de vacío
y el precipicio al principio del camino
en un ejercicio de funambulismo
andamos por cuerdas sin destino.

Caemos sin paracaídas
sin encontrar una salida
sin nadie que nos salve la vida
antes de que esta ya esté perdida.

Si la madrugada infinita
nos absorbe en su espiral
y solo queda suspirar
hasta que esta dimita.

De mitos están hechas las palabras
y a estas me remito.
Dejando en mis escritos
lo que en la cama no se habla.

Cuando querer es muy bonito
y qué feo es cuando acaba.
Cuando los susurros, son gritos
y las caricias, son puñaladas.

El momento en el que el poeta calla
y admira el arte de la mentira;
sabiendo que tus dulces palabras
mañana sabrán a amarga despedida.


martes, 10 de noviembre de 2015

Espacio entre dos letras.

Entendí que la poesía
no es tan sencilla
como hacer brillar
a una luz apenas nítida.

Que solo una orilla
puede acabar con castillos
hechos de arena,
y que se pueden hacer dunas
de los granos de esta.

Aprendí que las palabras
aplacan más que la violencia
y que un espacio entre dos letras
es muchísima distancia.

Que la esencia se queda
pero la persona se marcha.
Que más que huella deja mancha
y que esperar que vuelva es una condena.

Enseñé a amar a una persona
que ya ni siquiera está.
Y que amará a otra
sin quererme recordar.

Pese a que nadie le pueda dar
lo que yo en dos años de vida.
Ya que las despedidas no se enmarcan
si uno de los dos la prefiere olvidar.

Recé a lo que no existe
para ver cielos celestes
y llevar al polo norte
todos mis días grises.

Ahora solo recuerdo que te fuiste
que mis días siguen siendo tristes
y que una vez más poetizaré
sobre verme en un coche fúnebre.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Aún vive.

Escuchando a Clint Mansell
mientras aguardo a que me salves
de esta catástrofe interminable
que significa esperarte.

Quiero coger cualquier tren
para ir a buscarte
pero ni el destino sabe
dónde te escondes.

Ya no sé a qué escribirle
si desconozco tu nombre
pero te veo en los desfiles
de mis ríos de sangre.

Hace mucho que me desarmé
y sin escudo para defenderme
intento sepultar anocheceres
en los que no rozo tu piel.

Mis intentos de abstraerme
para poder encontrarte
acaban siendo inútiles
si me apuntan con fusiles.

Si me matan diles
que como ellos hay miles
pero la poesía no se rinde
y prescinde de sus bienes.

Que me coloquen grilletes
que no lograrán frenarme
que un día sus billetes
no los querrá nadie.

Solo si logras conocerme
sabrás que mi poesía no se vende
y que lo que mis manos escriben
durará para siempre.

En cientos de locales
intenté evadirme
sin ver que el vacío es
el peor crimen.

En cada vaso me ahogué
tal vez para verte doble
pero siempre acabé
entre estas cuatro paredes.

También entre papeles
con tinta invisible
tal y como eres
abstracta y libre.

No sabría definirte
así que te pongo un interrogante
por si existes
y resultas inefable.

Si no apareces
antes de irme
deja flores
al despedirte.

Serán inmarcesibles
si me quieres
y lo que logré escribirte
aún vive.


jueves, 5 de noviembre de 2015

Aunque no exista.

Siempre seré el protagonista
de esta obra demencial
si de mentes necias
está hecha la historia.

Y en esta noria sin paradas
sé que no te subirás.
Seguiré dando vueltas
hasta encontrar mi lugar.

Quizá en una isla desierta
o en un desierto aislado
lejos de todas aquellas puertas
que acabé cerrando.

Y la llave que abría cada candado
acabará ahogada como tantos barcos
que surcaron océanos en días nublados
con un final gris y opaco.

Si no hay calma tras la tormenta
y no encuentro a la musa perfecta
tal vez tenga que imaginarla
y amarla aunque no exista.


martes, 3 de noviembre de 2015

Mientras los segundos pasan.

Puse la mano en el fuego
por tantas personas
que ahora me abandonan
y acabo siendo incendio.

Regalo mi vida eterna al verso
porque regalar besos no funciona.
Se vacía el vaso preso de mis excesos
y en cada texto la muerte me arrincona.

Mando al cuerno mis secretos
y os cuento todo cuanto puedo;
como que tengo miedo
al jodido minutero.

Que si me siento solo
también me siento muerto
y que detener el tiempo
es el único protocolo.

Incluso siendo recluso
de vuestra cárcel de excusas
uso de escudo recuerdos difusos
para fortificar mi ruleta rusa.

Con un corazón sin coraza
una espera sin esperanza
unos brazos que no abrazan
y unos pies que se descalzan.

Pero sin entrar en tu cama
dime entonces de qué sirve
cada noche o cada mañana
si en esta no me recibes.

Déjame percibirte
o eres otra alma abstracta
que divaga triste
y mi tiempo gasta.

Deseché mi confianza
con tanta fuerza
que nadie alcanza
a recogerla.

Y mientras los segundos pasan
siento lo que pesa la ausencia
y los trenes que se retrasan
trayendo penitencia.




domingo, 1 de noviembre de 2015

Queriendo.

Bucearé a lo más profundo
para sacarte a flote
sin dejar ni un segundo
 que nada te derrote.

Secaré tus lágrimas
en este mar que ahoga
y construiré un hogar
donde no lleguen las olas.

Cerca de una aurora boreal
donde poder saborear
el transcurso de las horas
que no pasas a solas.

Convertirte en eternidad
a base de poemas
que quizá alguien leerá
pasadas miles de décadas.

Yendo a la deriva
como dos balas perdidas
corriendo fugitivas
sin muros que derribar.

Inventando adjetivos
para poder describirte
porque los ya escritos
no sirven.

Cada palo que te den
lo quemaré en mi hoguera
para hacer de la madera
algo más que calidez.

Ya bastante caminé
hasta poder encontrarte
y no te engañé
diciendo que eres arte.

Sacaré fuerzas por ti
en este ambiente hostil
si ya la cara me partí
por teñir tu cielo gris.

Queriendo revertir la situación
queriendo desvestir tu corazón
queriendo que seas mi inspiración
en cada noche de amor o dolor.