Retomo una soledad absoluta.

Retomo una soledad absoluta
que al menos antes dormías.
Sigo las pautas que el mundo dicta
cuando sigo queriendo una anarquía
en la que podamos disfrutar.

Ahora que te vas
la soledad me saluda
tengo deudas con ella
prometí no dejarla nunca.

Me declaro culpable
de cambiarla por alguien
que me entregó todo
y que ya ni leerá mis poemas.

Planeo una huida
que no le cuento
quiero estar a cientos
de kilómetros de ella.

Pese a que me aprese
tengo prisa por irme.
Martirizarme así
es un crimen.

Viviendo en un dolmen
de cuatro paredes
los buenos recuerdos
se tornan cicatrices.

Ojalá nos crucemos
y en un suspiro
tires de memoria
para lanzarte a mis brazos.

Espero tu regreso
como un náufrago
a que tus besos
vengan a rescatarlo.

Dicen que todo acaba.

Ojalá Morfeo me lleve al sueño eterno
y en un cielo lejano pueda descansar.
Mis ojos ya no sueltan lágrimas
porque van a parar a tu mar
y al fin y al cabo las ignoras.
Las siete de la mañana
y desayuno rutina.
No es que me llene
sino que en eso
se basa mi vida.
Dejo apartada la boda
con la almohada
esta noche no duermo.
Llevadme al infierno
a ver si así siento algo.
Dame un trago de veneno
que el ibuprofeno
lo tengo muy visto
y el dolor no se cura
con medicamentos.
Genocidio de neuronas
cada vez que pienso en las personas
que se han ido.
Saboreo los placeres de la vida
mordiendo el polvo
que dejan las despedidas.
Llama el sol a mi ventana
y la persiana se cierra.
Entierra este cadáver
no quiere estar sin luna.
Qué vas a saber
de mis dudas
si la mayor tuya
es el miedo
a que te excluyan.
Si oyes al lobo aullar
no huyas
solo está llamando a la soledad.
Ya no llamará a tu puerta
cambiaste la cerradura
enseñaste a tus cabritillos
que a desconocidos
no deben dejar pasar.
Tantas metáforas
para ver si entiendes
lo que es amar
y que te lancen por la borda.
Lo bordabas cuando decías
que me querías
y bombeaba mi corazón
al creerse semejante tontería.
No esperes que me ría ahora
pido la hora al árbitro
y hay prórroga
por rogar que vuelvas
pierdo la final.
Dicen que todo acaba
pues cavaré mi tumba
rumbo hacia nunca jamás.
Y nunca jamás veré
los ojos que nunca quise
dejar de mirar.
En un mirador
con vistas al mar
tira mis cenizas.
Como si fueran
las de un volcán
porque escupí lava
cuando no pude hablar.
Así explota la ira
mira la cara de la moneda
que la cruz me la llevo yo
a la deriva.

Estoy en paro.

Intento reunir fuerzas de flaqueza

pero no tengo destreza

para juntar las piezas

de este rompecabezas.

Con agujetas en los ojos

me mojo de tanto llorar.

Ser un triste poeta

te puede llegar a matar.

Escuchando bandas sonoras

de 'Los protegidos'

porque así me sentía contigo

hasta que perdí mi rumbo.

Ya no salgo en tu mapa

ni siquiera en tu mente

te escapas de mis manos

lentamente.

No me sorprende que te marches

pero me duele que no des marcha atrás

y recuerdes que pinté tu cielo de colores

cuando en el mío no había amaneceres.

Atrapado en tus redes

no puedo seguir la corriente

la pescadilla que se muerde la cola

no puede con las olas que ahogan.

Hasta que me desangre

seguramente te querré

y no habrá nadie

que lo supere.

No lo superaré

ni siquiera yo.

Márchate

pero recuérdalo.

Dale cuerda a tu reloj

y sigue tu camino

yo ya escogí el mío

morir por lo que vivo.

Ojalá volviéramos al principio

y no estuviera cayendo del precipicio

viendo que en el vacío

ya no estás al lado mío.

En este hoyo

lleno de escollos

no hallo

tu calor.

En un futuro

prenderé la luz

para que todo

sea menos oscuro.

Y en lo claro

te veré de nuevo

si reparo los errores

que se pagan caro.

Mientras, estoy en paro

porque mi trabajo

era hacerte feliz

por encima de todo.

Simples desconocidos.

Muerto el reto

de no aferrarnos

a los recuerdos.

Echo de menos

nuestro amor retro.

Creí poder

hacer feliz 

a alguien

pero fracasé

en el intento.

Quizá dentro

de mucho

volvamos a ser

lo que fuimos.

No como lo que somos

simples desconocidos.

Quise hacer un nido

pero tal vez no puse huevos

y caí como Hitler

en la batalla de Stalingrado.

Nubarrones enormes

y no por bombas nucleares

aunque estalló occidente

al decidir marcharte.

Ni exiliándome en Júpiter

sería capaz de olvidarte.

Vamos por partes

como dijo Jack

acompaña el tictac

mientras muero lentamente.

Debí detener el tiempo

para parar el cambio

que te produjo tedio

al estar conmigo.

Los caminos se separan

y espero un tren

que no sé si volverá.

En una habitación oscura

te encuentro en la penumbra

y no me nombras

todo es una locura.

Los ansiolíticos en la mesa

pero es patético el remedio

si tú no eres la enfermera.

Te espero leyendo a Neruda

recuerda que todo sobrevivirá

si sigues en mis escrituras.

Coma mental.

Rozando el coma mental
sin armaduras de metal
no van a cicatrizar
mis heridas solas.
No compensa escribir
si tú no estás.
Tal vez el azar
volverá a cruzarnos
para que hagas de fuego
los iglús de mis manos.
De bajón dibujo debajo
de mi corazón pisoteado.
A ver si creo uno nuevo
carente de miedos
y que no esté helado.
Solo imagino rosas
encima de mi fosa
como un ruso
tras morir contra
los nazis.
Muere el éxtasis
cuando no encuentras
razones para seguir aquí.
Demasiado ''Exit''
pero sin saber
por dónde salir.
Me acostumbré
a elegir mal.
Total, pensaré
hasta morir
de demencia senil.

Misión imposible.

Con ganas de que

me secuestre un ovni

en esta vida es poco

lo que no vi.

Volví al lugar del crimen

y mis huellas ahí siguen.

Si no me busca nadie

me iré con los aliens.

Mente de Tolkien

siendo un hobbit

que hoy solo

quiere escribir.

Con un abrecartas

cortaré mis venas

a ver cuántos poemas

salen de ahí.

Hallarán mis botellas

en el Guadalquivir.

No las que bebí

las que tiré para sobrevivir.

El vaso medio vacío

y a veces aún sonrío.

Bebiendo del río

que me hizo fluir.

Me bautizo

no con rezos

sino como aquel

que te quiso.

Misión imposible

volver a aquellos tiempos.

Teniendo manijas por huesos

poco a poco me volví invisible.

Hablando en pretérito.

Hablando en pretérito
de nuestros momentos juntos
quizá no se repitan
tal vez dentro de mucho.

Escucho tu voz solo en audios
dolió que te marcharas
y ahora echo de menos
algo más que tus palabras.

Solo en un mundo
de muertos vivientes
nado a contracorriente
y por eso no me hundo.

Pero de qué me sirve
si me desangré
cuando dijiste
no querer volverme a ver.

Cansado de volver
a lugares que nunca pisaré
agarrado de tu mano
todo queda tan lejano.

En vano me dejé la piel
la tinta en el papel
describe que al menos
fuimos felices.

Ahora
entre canciones tristes
sé que se apagó
la hoguera.

No pondré más velas
si decides soplar
para quedarnos a oscuras
y así escapar.

La raíz de mis problemas.

Busqué inspiración

en el aire y me ahogué

con la polución

que echasteis.

Vivo pero muerto

como Sharon Tate

en la vida de Polanski

me cachis en la mar.

Amargo como las copas

de Bukowski

ahogando poemas

en whisky.

Enfrentados como

Stalin y Trotski

por la sucesión

de Lenin.

No apostarías por mí

ni jugando al monopoly.

Más loco que un heavy

sin sus dosis.

Ser yo no es fácil

durmiéndome a las mil

en tierra hostil

aún más difícil.

No quiero París

solo un matiz

que pinte de colores

mi cielo gris.

La raíz

de mis problemas

es que ya

no estás aquí.

Se bifurcan nuestros caminos.

Antes de la vorágine de dolor
imaginé un futuro prometedor.
Mordiendo el polvo
sabía mejor tu amor.

Solo me arropo con recuerdos
y no debo estar muy cuerdo
si pienso en el final de todo esto
y ni a cuadros me quedo.

Dejando escombros a mi paso
me acuerdo de su peso
en un pasado no muy lejano
creando y no destruyendo.

Suicidios desde edificios
para acabar con el martirio
y poder ver lo bueno
antes de haberte ido.

Nací un lunes
qué puedo esperar
no que me llames
para ti sería meter la pata.

Quizá me odies
tal vez me dé igual.
Que vengan las ratas
y me devoren.

Harto de elecciones
y divisiones
no es por política
ni matemáticas.

Se bifurcan nuestros
caminos al andar.
Sendas distintas pinto
y acabo en un laberinto.

Por qué elegir
vosotros
me metisteis aquí
y ahora no puedo salir.

En esta galaxia
la Vía Láctea
no tiene sitio
para mí.

Ven a buscarme.

Andando por calles perdidas

te perdí de vista

se empañó el cristal

y no volví a saber de ti.

Sigues sin dar pistas

de tu paradero

yo sigo en el vertedero

de siempre

ven a buscarme.

Explícame

qué te llevó a alejarte

perdí el aguante

y el tren

que me llevaba a verte.

Esta cefalea constante

me hizo perder la cabeza

y desde entonces

estoy ausente.

Como un pájaro enjaulado

sin querer comer alpiste

te esperé con las alas cortadas

y aún lo hago aunque

ya sin esperanzas.

De qué sirve rezar

si la crudeza

rompió en mil pedazos

la coraza.

Subí peldaños

para alcanzar tu mano

y estos ahora se derrumban

a mi paso.

Ven a buscarme

estoy escondido

entre la muchedumbre

y solo saldré

si vienes.

Quedan cenizas.

Echando de menos mi infancia

y a algún árbol que florecía

hoy todos son flores mustias

y sensaciones cada vez más vacías.

El paso del tiempo lo jode todo

y raudo pasó todo lo bueno.

Ni la memoria o las fotografías

me devolverán aquello que sentía.

El reloj de arena se vacía tan rápido

y es un sátiro que se ríe a mis espaldas

pues me hace narrar experiencias pasadas

dejándome frustrado y malherido.

Medito en lo que ocurrió

y no en lo que ocurrirá

pues me da más que pensar

el ayer que el mañana.

Propenso a mirar hacia atrás

como si me persiguiera algo

corro pero no puedo escapar

es imposible ponerse a salvo.

A solas a todas horas

mi mente en obras

destruyendo historias

y creando otras nuevas.

Anhelando una máquina del tiempo

para salir del infierno

volver al colegio y solo

preocuparme por hacer amigos.

Mendigo felicidad al cosmos

y con soledad me abrigo.

Sé que no escuchará mis ruegos

y que juega a su antojo.

De rojo tiñe mi mundo

y con este me fundo

convirtiendo lágrimas 

en fuego.

Quedan cenizas de aquellos días

pero ni con gasolina se prenden

aprenderé a ser fuerte 

solo si estas vuelven a encenderse.

Voló por los aires.

Viviendo en una morgue

para pasar del calor.

Perdiendo el norte

y también el control.

Voló por los aires

nuestro amor.

Tiro mis escritos

desde un avión.

Andreas Lubitz volvió

pero solo para poner

de manifiesto lo que

es caer desde tan alto.

La caja negra recogió 

los gritos de desesperación

de las palabras que viajaban

en esos textos.

Suicidio a medias

porque es homicidio

si alguien contribuye

a acabar con estos.

En picado como

un pájaro muerto

me alcanzó

el cazador.

No tiene remedio

una tragedia interminable

el rifle acabó

con el halcón.

Huele a desastre.

Sintiéndome solo

contando las lágrimas

que caen por mis pómulos.

Ojalá solo fuese llanto

y no desangramiento por dentro.

Perdiendo interés en lo que ayer

significó algo, y hoy solo es letargo.

No puedo pasar un mal trago

que no acaba por más que pase el tiempo.

Buenos tiempos quedan en la memoria

y en mi autobiografía las páginas

sabrán amargas y serán oscuras.

Parece que lo malo perdura

lo bueno se va

y el tiempo no todo lo cura.

La pantalla sin brillo

porque acribilla mi mirada

una luz que resalta

entre tanta tiniebla.

Espero mensajes sentado

porque de pie me canso

ya que pueden pasar años

para recibir alguno.

Ayuno felicidad

no espero que vuelva

no volveré a probarla

al menos por ahora.

Y maldita la hora

en el que el reloj

me clavó sus agujas

en las muñecas.

Las palabras suenan huecas

mi incendio se descontrola

las cenizas se presentan

y yo sin saber si quiero una urna

o nacer de nuevo.

Lejos de aquí

de lo que hay

del cielo gris

de lo que soy.

Si me voy no me despediré

ya tuve bastante con saber

que mi fe se fue

y nadie lo evitó.

Levité para alcanzar el cielo

y me cortaron las alas

para mandarme al infierno.

Antes quise ser eterno

eso ya ni lo pienso

e intento verme muerto

para ver qué dicen estos.

Pedí a gritos ayuda

y el infinito resolvió mi duda

estos se la sudan

al igual que mis escritos.

No quise ser un mito

no creo que eso sea delito

al igual que paso ya del reto

de no estar roto.

Tanto escribir para qué

si un día quise que me leyeran

y solo me siguen tres.

Hoy solo escribo para mí

y ni siquiera me gusta.

Me frustra no ser el mejor

cuánto me dañó ser perfeccionista.

No sé si acabar el texto

o quedarme en el intento

de escribir algo bonito;

mientras ya no disfruto

con lo que hago

y cada día me siento

más distinto al resto.

Los míos divagan por

el espacio-tiempo

con la esperanza

de que alguien los anhele.

Huele a desastre

debo ser yo

y mi tristeza permanente.

Un lavado de imagen

no atraerá a la suerte.

No hay quien ordene este desorden

acorde a mi estado de ánimo.

Mi autoestima está tan bajo

que la boca del metro

es mi estómago

pues trago lo que me dicen

sin obtener algo a cambio.

Echando de menos

a mi perro y a mi gata

la dicha no se compra

con dinero.

Contemplando el firmamento

me miento sonriendo

no puede ser feliz

alguien que vuela en picado.

Ya es costumbre.

Dejaría de escribir

lo dejaría

pero todavía

no es el momento.

Cuando haga acrobacias

y esquive la poesía

argumentada

por desgracias

quizás.

Atento a ataques

atento no con tanques

construyo bloques

que me salven del desastre.

Ya es costumbre

alejarme de mis bienes

y esperarte aunque

no vengas a buscarme.

Entre la muchedumbre

mi alma lúgubre

deslumbra

cuando todo se oscurece.

Para los supersticiosos

un continuo martes y trece

para mí un desorden

evadido entre papel y auriculares.

Tres.

No sé si siento dolor

o placer sabiendo 

que el ayer fue mejor

que el presente.

Escéptico respecto a todo

el modo de salir del lodo

si no nado es esperar a que

alguien me salve de morir ahogado.

No espero más que un 

salvavidas pinchado

o mi cuerpo helado

flotando en un mar de dudas.

Ni con ojo de pez

ves lo que hay detrás

de mi piel; y es más

de lo que crees.

Tal vez algún día 

seamos tres

o escapes para

no volverme a ver.

Mientras

seremos yo

el bolígrafo

y el papel.

Noches de tragedia.

Noches de tragedia
esperando al día.
Algo bueno traería
si mañana te viera.

Pero no es el caso
y el albor solo traerá fracaso.
El vaso medio vacío
y al raso descanso.

Con la soledad me caso
la cuerda tensa
ojalá de guitarra
no apaga el incendio.

En la hoguera que
no cesa
siguen las llamas
y yo te sigo llamando.

Preso de los abrazos
olvidados que me daban
calma; el karma no salva
a alguien ya sin saliva.

Ni para escupir rabia
ni soltar verdades
se agravan mis heridas
y se suman errores.

Me piro de este
mundo de colores
mi cielo gris destiñe
a otros mejores.

Hoy quiero bajarme.

Opto por espejos rotos

por caras sin máscaras.

Por ojos con miradas profundas

que ahora denoto cansadas.

Devoto de tu cuerpo
reboto como polo opuesto.
Impuestas rejas de alambre
no dejaré que estas me calmen.

Animal salvaje como lobos
tres días sin comer carne.
Sufridor que escribe sin contar
a nadie qué le ocurre.

Que me pausen si no quieren
que mate a alguien.
Que detengan a la vida
hoy quiero bajarme.

Y si me muestro desagradable
no soy yo el culpable.
Culpo y escupo a todos los
personajes que hicieron sangre.

No exceptúo a ninguno
y no los reúno porque
eso sería una masacre
de memos.

Temo que no me eches de menos
por palabrería de algún necio.
Ojalá regreses y despacio te diga
que el espacio es solo nuestro.

Metamorfosis.

Harto de hurtos a mi corazón,
sin razón busco salidas
donde no hay huecos
ni ecos de mis latidos.

Los fármacos no me
hicieron efecto.
Más dosis no es
igual a menos crisis.

En todo caso una metamorfosis
pero sin quedarme en el chasis.
No quiero París ni un cielo ''gris''
entre diéresis porque siempre está así.

Días se repiten y compito
sin ti, aunque quisiera
hacerlo contigo para
saber que sigues aquí.

Buscando rosas en tu jardín
donde solo encuentro mala hierba.
Subí a la cúspide sin atar el bulín
y caí peor que un boxeador en el ring.

Ruin como la vida misma
ojalá me reventase la crisma.
No sería la peor herida
tengo más escondidas.

Te las mandaré en un Christmas
para que veas lo que es vivir al ras
y no poder dar marcha atrás
en un intento por poderme salvar.

Las mariposas vuelven a ser gusanos.

Siempre acabo solo

cavando mi fosa.

Supongo que ese

es el protocolo

a seguir en una rosa

que se clava

sus propias espinas.

Buscando pistas que

me lleven a tu despedida.

Las mariposas vuelven

a ser gusanos en mi barriga

y sigo con la soga

esperando a que salga

todo bien o me salves.

Ojalá vuelvas, y eso

que ya no espero a nadie.

Ya apenas me escribes

e imagino que me hablas

encontrando letras en nubarrones

que sobrevuelan mi cabeza.

Afloran recuerdos

en fuera de juego 

quedan promesas

vuelan versos

y poemas que

te escribí en clase

de Historia

porque quise

escribir la nuestra.

Ahora solo quiero perderme

aunque ya estoy perdido.

Solo te pido que razones

o que me señales el camino.

Libertad.

Quizá empiece una nueva era

debido a tanta basura concentrada.

A una ley que niega la libertad

y silencia las palabras.

''Mordaza'' la llaman

se prohibirán amenazas

protestar en plazas

y parar desahucios.

Las mentes sucias

contrastan con las sabias

que solo piden clemencia

y luchan contra el silencio.

Cómo aprobar una ley

que atenta contra los derechos

y da paso a la ira de quienes 

lucharon por todos ellos.

Retrocediendo al pasado

queriendo tapar las bocas

de quienes dicen

''¡no nos callarán!''.

Como si fuese un lema
pero la única verdad
es que esos déspotas
se merecen la hoguera.

Podrán censurarme
pero no callarme
la lucha sigue firme
gritemos ''¡libertad!''.