miércoles, 30 de diciembre de 2015

Charcos de Londres.

Londres me verá amarte
y el aire será arte,
porque el tuyo
igual se esconde.

Y consigo ver
lo que otros no pueden,
como atardeceres
pasando desapercibidos.

Como tus latidos
que ahora vuelven
a darme motivos 
para seguir
cuando dentro llueve.

Y reflejados
en charcos de Londres,
pronunciarás mi nombre
al dejarme callado.

Si a tu lado el dolor
es inevitable
por no dejar que hable
al escuchar tu voz.

Pero ahora
deja que te diga
que sacaste rosas
de donde solo había espinas.

Que eres poesía
en tu inmensidad
y que a cada ciudad
la haces más bonita.

Entre todas las ciudades
tú eres mi favorita
si cada rincón de ti es
algo que todos deberían visitar.

Pero siempre quedarán
los charcos de Londres
para ver que eres
la mejor ciudad.


sábado, 26 de diciembre de 2015

Falsas ilusiones.

Me salvé miles de veces
creando falsas ilusiones.
Algo en qué creer
como un viernes trece.

Y hoy, veintiséis de diciembre
sigo con la incertidumbre
de si este mundo lúgubre
me ofrecerá algo diferente.

Pero ya no espero a nadie
si hasta lo más fuerte
se lo lleva el aire
o en su lugar, la muerte.

Aun así quiero que me recites
el poema más triste
antes de irte
para que así resucite.

Ya es imposible
arreglar este desastre
y ser libre
sin que nadie me desate.

Si mis labios callan
palabras que quiero decirte
es porque estas andan ya
perdidas por Júpiter.

Un día grité
y no respondiste,
no esperes entonces
que pinte tu cielo de colores.

Los míos son grises
y no espero días mejores,
si cambian los matices
pero no los pintores.

Poco a poco te vuelves invisible
y mi única opción es
crear falsas ilusiones;
como pensar que nunca te fuiste.


sábado, 19 de diciembre de 2015

Perderme contigo.

Desde que no sonríes
mi cielo vuelve a ser gris
y todos se tornan maniquíes
porque solo pienso en ti.

En poner París
a tus pies;
si mi intención es
verte feliz.

Evadirnos del dolor
escuchar tu voz
respirar tu olor
ser solo dos.

Pintar en muros
que el mundo es nuestro
y que los monstruos
son producto de lo oscuro.

Que podemos ser eternos
si así lo queremos
y convertir este infierno
en el más largo invierno.

Manejamos el tiempo
a nuestro antojo
y yo elijo consumirlo
contemplando tus ojos.

Son tus huellas las que me pisan
y tu sonrisa la que hace mella;
solo con eso ya eres poetisa
y eclipsas a cada estrella.

Pero haz camino conmigo
si el sentido es andar perdido
y lo único que persigo
es perderme contigo.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Ya no llueve a cántaros.

Y... de repente... me curaste.
No sé cuándo ni cómo
ni dónde escondes
esa virtud de oro.

Si un corazón roto
puede ser reparado
estoy preparado
para otro día de luto.

Pero no para no estar juntos;
prefiero un segundo a tu lado
que aprender a estar preparado
para pasar sin ti el resto de minutos.

''¿Qué sería de mí?'',
entonces me pregunto.
Pero no me preocupo
porque mi opción sería morir.

Mi mayor desasosiego
es no tenerte aquí
y también el miedo
a que te puedas ir.

Si por cada palo que recibí
te construyo un palacio
al lado de París,
al menos acaba con mi vacío.

Mata mi vértigo
para volar contigo,
y que este firmamento
no sea solo para pájaros.

Desde que estás conmigo
ya no llueve a cántaros
y soy amigo
de los días soleados.


lunes, 14 de diciembre de 2015

Y sigo.

Tantos poemas, y sigo
sin poder decirte
que soy el ciego
que por ti existe.

Tantas palabras, y sigo
sin lograr describirte
aunque contigo
eso es imposible.

Tantas madrugadas, y sigo
pensándote como el primer día
como cualquier domingo
pero con mi cama aún vacía.

Sigo convirtiendo cada sombra
en tu silueta
y sigues siendo la mejor obra
de mi libreta.

Puedo seguir escribiendo
aunque también podría callar
que hable el silencio
o el sonido del mar.

Que hablen tus suspiros
en las pausas que dejan
las olas color zafiro
al llegar a la arena.

Otro poema que escribo
y que no te daré por vergüenza
o por querer ser el desconocido
que desea acabar con tu tristeza.

Saber que el día comienza
y que no será a tu lado
es como romper las piezas
de un puzzle no empezado.

Pero solo tú me das fuerzas
para apagar este incendio
donde un universo a la inversa
nos traiga un bonito invierno.

Apaguemos el infierno
que nos quema.
¿Qué nos queda
si no lo hacemos?


sábado, 12 de diciembre de 2015

Equivoquémonos.

Las noches sin ti
parecen apocalipsis
y los poemas de Bukowski
me hacen verte aún más sexy.

O al menos imaginarte así
con el frío que te caracteriza
tan frío que mis vellos erizas
con solo oír esa voz tan meliflua.

Si cada palabra la conviertes en poesía
y yo sueño con ser poeta
quiero que seas la musa en mi planeta
de sensaciones vacías.

Para tornarlas en llenas
y tener más de una luna
de esas que iluminan
cada noche negra.

Escribir me salvó la vida
y ahora quiero que sea eterna
o al menos tan duradera
como para cerrar mis heridas.

Dijo una vez Neruda:
''Quítame el pan si quieres
quítame el aire, pero
no me quites tu risa''.

Ya que entonces no sabría poetizar
sobre aquello que me hipnotiza
y no sentiría la necesidad
de resurgir de mis cenizas.

Llamemos ''error'' a eso del amor
y equivoquémonos.
Al fin y al cabo somos
producto del caos.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Una oportunidad.

Me duele pensar
que eres como las demás
y que todas tus palabras
son mentiras.

Ábreme los ojos
y dime que no es verdad,
que no me equivoco
al quererte amar.

O más bien al necesitarlo
si toda flor se marchitó
y este otoño
es cada vez más largo.

''¿Por qué me tocó ser yo?''
me pregunto a diario.
Supongo que me es necesario
escuchar tu voz.

Ahora dime si en el espacio
no hay sitio para los dos,
y me iré despacio
con los pies descalzos.

Hay un atasco
en la avenida del suicidio
aún tienes tiempo a remediarlo
y acabar con mi martirio.

Cambié por ti todos mis objetivos
ahora solo necesito tenerte aquí
desde que respirar no es motivo
para poder sobrevivir.

Solo me salva escribir
y le queda poco a este lápiz
si lo clavo en cada cicatriz
de las puñaladas que recibí.

Te echaré de menos si me voy
aunque eso solo son suposiciones
como que el amanecer me dará razones
para no irme hoy.

Por eso te pido una oportunidad
ante este cúmulo de emociones
en el que ni siquiera me das
un par de opciones.


martes, 1 de diciembre de 2015

Dulce sirena.

Te espero sentado en la arena
a sabiendas de que no vendrás.
Aunque entre estas aguas salinas
sé que te encuentras.

Ojalá hallara mi conato de paz
al oír otra vez tu voz, dulce sirena.
Siendo esta tan meliflua
como el sonido del mar.

Allá donde naufragan mis penas
y suelo evocar tu silueta.
Porque para un poeta
no ver a su musa
es la mayor condena.

No me perderé en quimeras
si vida me das
para afrontar tormentas
en las noches más sangrientas.

Si los mayores tesoros
en el fondo del océano están
y este se llenó de mis lloros
espero que mis lágrimas vuelvan.

Para que el agua se evapore
y no te añore una madrugada más.
Que el anticiclón de tus Azores
acabe con mi tempestad.

He perdido la cuenta de las noches
que llevo esperándote;
de las que trasnoché
intentando divisarte.

Con la cadena perpetua
de no compartir una pasión mutua
y bajo esta luna llena, dulce sirena,
sigues oculta.


lunes, 30 de noviembre de 2015

Nos encontraremos en el baile.

Quién fuese libro
para rozar tus manos
y convertir mis amargos domingos
en los más dulces sábados.

Ser tu pareja en esta obra de teatro
y bailar contigo hasta perder los zapatos.
Pasadas las doce y pasada la noche
ser quien mejor te conoce.

Sentir el vértigo de la aurora
ver cómo se apagan las farolas
y pasarme horas recitando odas
mientras tú la guitarra tocas.

Llenar este conticinio
con el vicio a tus susurros
y hacer sempiterno
lo que es efímero.

Ser el verdugo
de tus miedos
y hacer que Dios
te envidie.

Por poner el cielo
a tus pies
y ser la sombra del ciprés
de Miguel Delibes.

A la cual deberá enfrentarse
todo el que quiera herirte.
Y no hay dolor que implique
no hacerte inmarcesible.

Si tu voz evanescente
se pierde en el aire
y yo perdí el norte
nos encontraremos en el baile.

Volveremos al principio
pero sin desenlaces
para ser los que dancen
al borde del precipicio.

Propicios a caernos
en pequeños resquicios
congelamos el tiempo
en el invierno más frío.


sábado, 28 de noviembre de 2015

En las noches más polvorientas.

Ya no te busco a tientas
a sabiendas
de que la jodienda
es tenerte cerca.

En las noches más polvorientas
pero sin pólvora en cada polvo
mando cada bala de vuelta
por la muerte del morbo.

Tu cama se tornó en tumba
y sigue fría como la tundra.
Esperando a que me pudra
por no ser el que la ocupa.

No seré quien llene ese vacío
si a este cúmulo
de crepúsculos
mis secretos le confío.

Que no te necesito
es un hecho.
Y si te escribo
es por despecho.

En ese margen tan estrecho
los polos acabaron siendo opuestos
y nos separamos como dos desconocidos
para no volver a vernos.

Tal vez eche de menos
algunos de tus gestos
pero ya no malgasto el tiempo
en un amor no verdadero.

Nos quisimos
no lo dudo
pero todo
fue efímero.

Ahora solo son números
versos desnudos
recuerdos trémulos
pero sin ningún futuro.

Fuimos dos pasajeros
que al final salieron
de ese mundo paralelo
y de nuevo partieron.


jueves, 26 de noviembre de 2015

La mayor sala de tortura.

Tu cama fue la mayor sala de tortura
donde hubiera cambiado noches de sexo
por textos de Pablo Neruda.

Preferí verte desnuda
a la luz de la luna
porque la cura a mi locura
era rozar tu piel a oscuras.

Por saber que mis escrituras
acabarían en pretérito
y es que el presente no tiene mérito
si el pasado queda en la basura.

Las heridas aún supuran
mi dolor agotó tu crédito
y el amor decrépito
terminó con la ternura.

Hoy no puedo verte ni en pintura
porque te pinté cielos celestes
en forma de armadura.

Ya no pierdo el norte
pierdo de vista el este
allá donde un tren
me llevó a conocerte.

Donde avisté días mejores
camuflados por falsos colores
en el cual se pudren las flores
que parecen inmarcesibles.

Donde las rosas son sables
y tú apuñalas donde más duele.
Allá donde el dolor parece invisible
e irreversible se vuelve.

Me fui yo para no volver
para escribir en papel
lo que no pude ayer.


miércoles, 25 de noviembre de 2015

Sigo estando beodo.

Me ahogué en charcos de alcohol
hasta perder la voz
gritando
''que le jodan al dolor''.

Tal vez me pasé con los grados
y eclipsé hasta al sol
haciendo de lo apagado
luces de neón.

Olvidando que el amor es ciego
y yo carezco de labrador.
Sin ser el guardián entre el centeno;
tirando mis sueños al vacío por amor.

Recapitulando poemas sin final
poniendo puntos
porque volver a verte
es una ínfima posibilidad.

Todos con mi firma
empapados en lágrimas
sin nada más que filmar
desde que acabó la película.

Siendo siempre el antagonista
de cada obra demencial
donde mi poesía denuncia
a cada musa que me logró conquistar.

Donde poemas quedan en el olvido
o acaban siendo quemados
por corazones helados
que puso en mi camino Cupido.

Si levantase cabeza Quevedo
y viese en lo que esto se ha convertido
lloraría por el recuerdo de lo que quedó
enterrado hace siglos.

Sigo estando beodo
y veo doble
porque para un pobre
eso es tenerlo todo.

Insistiré pidiendo auxilio
aunque sea al folio
a ver si en el exilio
no me enamoro del demonio.


domingo, 22 de noviembre de 2015

Seguiré siendo el gato negro.

Nunca más seremos Bonnie & Clyde
si hablábamos de huir
y nuestro amor resultó abatido
cualquier noche de domingo.

Quizá nos confundimos
pensando en el dinero
y cada uno de los ''te quiero''
quedó en el olvido.

Seguiré siendo el gato negro
que desaparece en cualquier agujero
y nuestro amor íntegro e íntimo
será un ínfimo recuerdo.

En el intento de reavivar momentos
que hace mucho que murieron
me quemo por dentro
con el fuego que calcinó mi cuerpo.

Si al menos los cartuchos
hubieran sido de fogueo
en el tiroteo de tus dieciocho
disparos a mi corazón mustio.

Hablaríamos de otro noviembre juntos
y no de un amor ya difunto.
Ahora rindo tributo a todo esto
porque nada fue perfecto, pero fue nuestro.

Cada vez que me prometo
no volver a escribirte
fallo en el intento
y mi interior se desviste.

Que te vaya bien con quien te ofrezca
mundos más felices
alejados de la tristeza
que todavía no comprendiste.

Y es que todo se basa
en querer.
Querer quererte bien
hasta cuando la muerte abraza.

Amenaza ahora la soledad
que se torna duradera
en la eterna espera
de pensar que no volverás.

Seguirás siendo Clyde
y yo jamás volveré a ser Bonnie
desde que lo bonito es más frágil
y el amor algo más que mensajes al móvil.


miércoles, 18 de noviembre de 2015

Dejar que me marchite.

Tus ojos son
mi mayor remanso de paz
hasta cuando soy incapaz
de mirarlos.

Me invaden los nervios
vuelven mis miedos
posteriores a lo que quedó
en mi fatídico incendio.

Ahora me derrito
por tu calor,
pero siendo hielo
conseguí vivir sin dolor.

No vendrán bomberos
si vuelvo a arder en el fuego.
Y no sé si quiero entrar al juego
de sembrarnos ardor.

Tampoco ser tu calor pasajero
en este tren sin destino aparente
porque desaparezco en agujeros negros
y prefiero que nadie lamente mi muerte.

No aferrarme a ti tal vez me condene
o lo haga y te olvides de mí cualquier viernes.
No te invitaré al baile, ven si quieres
y te daré mi corazón que puñales contiene.

No sé si me dio por perderme
o siempre anduve perdido.
Pero mi amor ya no duerme
y que lo vengues te pido.

Seré fiel a tu vértigo
si te llevo al cielo.
Y serás testigo
de lo lejos que queda el suelo.

Poco más puedo ofrecerte
si de lo demás carezco.
He muerto siete veces
y la octava vida te la dejo.

Sigo con la incertidumbre
de si noviembre
tiene la llave
que tu corazón abre.

Y en papeles 
intento describirte
pero solo me sale
lo que debe doler ver marcharte.

Dejar que me marchite
una vez más
y jugar al escondite
con mi felicidad.


lunes, 16 de noviembre de 2015

En cualquier constelación.

Te he seguido
sin que me hayas oído.
Mientras yo oía tus canciones
recordando lo que fuimos.

He echado de menos tu voz
pese a escucharla a menudo
pues pasa el tiempo más veloz
oyéndote solo unos segundos.

Odiando al reloj
y también sus manijas
si la distancia todo lo manejó
y desde entonces te alejas.

No sé encontrar la manera
ni tampoco las palabras
con las que describir quisiera
la nostalgia que mi corazón guarda.

Cuando todo queda tan atrás
y la estrella sale de su órbita
para conocer otros planetas
y solo soy polvo en la nebulosa.

Tal vez descifres lo que escribo
en cualquier constelación;
como que en esta estación
nos conocimos.

Si Madrid sonríe
es por ti;
pero ojalá
estuvieras aquí.

Y en la cuerda floja
de tu guitarra me hallo
desde que me callo
y solo escribo en mis hojas.


El momento en el que el poeta calla.

Estamos hechos de recuerdos
porque el pasado nos educó.
Desde que el querernos caducó
y el amor es solo un cuento.

El amor propio nunca sirvió
para mantener vivo un corazón
que pierde la razón
ante el amor ficticio.

Aun estando este lleno de vacío
y el precipicio al principio del camino
en un ejercicio de funambulismo
andamos por cuerdas sin destino.

Caemos sin paracaídas
sin encontrar una salida
sin nadie que nos salve la vida
antes de que esta ya esté perdida.

Si la madrugada infinita
nos absorbe en su espiral
y solo queda suspirar
hasta que esta dimita.

De mitos están hechas las palabras
y a estas me remito.
Dejando en mis escritos
lo que en la cama no se habla.

Cuando querer es muy bonito
y qué feo es cuando acaba.
Cuando los susurros, son gritos
y las caricias, son puñaladas.

El momento en el que el poeta calla
y admira el arte de la mentira;
sabiendo que tus dulces palabras
mañana sabrán a amarga despedida.


martes, 10 de noviembre de 2015

Espacio entre dos letras.

Entendí que la poesía
no es tan sencilla
como hacer brillar
a una luz apenas nítida.

Que solo una orilla
puede acabar con castillos
hechos de arena,
y que se pueden hacer dunas
de los granos de esta.

Aprendí que las palabras
aplacan más que la violencia
y que un espacio entre dos letras
es muchísima distancia.

Que la esencia se queda
pero la persona se marcha.
Que más que huella deja mancha
y que esperar que vuelva es una condena.

Enseñé a amar a una persona
que ya ni siquiera está.
Y que amará a otra
sin quererme recordar.

Pese a que nadie le pueda dar
lo que yo en dos años de vida.
Ya que las despedidas no se enmarcan
si uno de los dos la prefiere olvidar.

Recé a lo que no existe
para ver cielos celestes
y llevar al polo norte
todos mis días grises.

Ahora solo recuerdo que te fuiste
que mis días siguen siendo tristes
y que una vez más poetizaré
sobre verme en un coche fúnebre.


viernes, 6 de noviembre de 2015

Aún vive.

Escuchando a Clint Mansell
mientras aguardo a que me salves
de esta catástrofe interminable
que significa esperarte.

Quiero coger cualquier tren
para ir a buscarte
pero ni el destino sabe
dónde te escondes.

Ya no sé a qué escribirle
si desconozco tu nombre
pero te veo en los desfiles
de mis ríos de sangre.

Hace mucho que me desarmé
y sin escudo para defenderme
intento sepultar anocheceres
en los que no rozo tu piel.

Mis intentos de abstraerme
para poder encontrarte
acaban siendo inútiles
si me apuntan con fusiles.

Si me matan diles
que como ellos hay miles
pero la poesía no se rinde
y prescinde de sus bienes.

Que me coloquen grilletes
que no lograrán frenarme
que un día sus billetes
no los querrá nadie.

Solo si logras conocerme
sabrás que mi poesía no se vende
y que lo que mis manos escriben
durará para siempre.

En cientos de locales
intenté evadirme
sin ver que el vacío es
el peor crimen.

En cada vaso me ahogué
tal vez para verte doble
pero siempre acabé
entre estas cuatro paredes.

También entre papeles
con tinta invisible
tal y como eres
abstracta y libre.

No sabría definirte
así que te pongo un interrogante
por si existes
y resultas inefable.

Si no apareces
antes de irme
deja flores
al despedirte.

Serán inmarcesibles
si me quieres
y lo que logré escribirte
aún vive.


jueves, 5 de noviembre de 2015

Aunque no exista.

Siempre seré el protagonista
de esta obra demencial
si de mentes necias
está hecha la historia.

Y en esta noria sin paradas
sé que no te subirás.
Seguiré dando vueltas
hasta encontrar mi lugar.

Quizá en una isla desierta
o en un desierto aislado
lejos de todas aquellas puertas
que acabé cerrando.

Y la llave que abría cada candado
acabará ahogada como tantos barcos
que surcaron océanos en días nublados
con un final gris y opaco.

Si no hay calma tras la tormenta
y no encuentro a la musa perfecta
tal vez tenga que imaginarla
y amarla aunque no exista.


martes, 3 de noviembre de 2015

Mientras los segundos pasan.

Puse la mano en el fuego
por tantas personas
que ahora me abandonan
y acabo siendo incendio.

Regalo mi vida eterna al verso
porque regalar besos no funciona.
Se vacía el vaso preso de mis excesos
y en cada texto la muerte me arrincona.

Mando al cuerno mis secretos
y os cuento todo cuanto puedo;
como que tengo miedo
al jodido minutero.

Que si me siento solo
también me siento muerto
y que detener el tiempo
es el único protocolo.

Incluso siendo recluso
de vuestra cárcel de excusas
uso de escudo recuerdos difusos
para fortificar mi ruleta rusa.

Con un corazón sin coraza
una espera sin esperanza
unos brazos que no abrazan
y unos pies que se descalzan.

Pero sin entrar en tu cama
dime entonces de qué sirve
cada noche o cada mañana
si en esta no me recibes.

Déjame percibirte
o eres otra alma abstracta
que divaga triste
y mi tiempo gasta.

Deseché mi confianza
con tanta fuerza
que nadie alcanza
a recogerla.

Y mientras los segundos pasan
siento lo que pesa la ausencia
y los trenes que se retrasan
trayendo penitencia.




domingo, 1 de noviembre de 2015

Queriendo.

Bucearé a lo más profundo
para sacarte a flote
sin dejar ni un segundo
 que nada te derrote.

Secaré tus lágrimas
en este mar que ahoga
y construiré un hogar
donde no lleguen las olas.

Cerca de una aurora boreal
donde poder saborear
el transcurso de las horas
que no pasas a solas.

Convertirte en eternidad
a base de poemas
que quizá alguien leerá
pasadas miles de décadas.

Yendo a la deriva
como dos balas perdidas
corriendo fugitivas
sin muros que derribar.

Inventando adjetivos
para poder describirte
porque los ya escritos
no sirven.

Cada palo que te den
lo quemaré en mi hoguera
para hacer de la madera
algo más que calidez.

Ya bastante caminé
hasta poder encontrarte
y no te engañé
diciendo que eres arte.

Sacaré fuerzas por ti
en este ambiente hostil
si ya la cara me partí
por teñir tu cielo gris.

Queriendo revertir la situación
queriendo desvestir tu corazón
queriendo que seas mi inspiración
en cada noche de amor o dolor.


viernes, 30 de octubre de 2015

Solo con tus manos.

Conociéndote de madrugada
haciendo del insomnio
exterminio de sueños
pero por una buena causa.

Daría pausa al tiempo
te exiliaría conmigo en Marte
mientras contemplo y convierto
 tus ojos en arte.

Siendo como lunas llenas
en una noche infinita
mientras cientos de poemas
me obligan a recitar.

Y empiezo a resucitar
al igual que mi poesía
que un día estuvo vacía
pero queriendo despertar.

Vivir sin gravedad
suena demasiado bien
como vivir sin hiel
en esta clara oscuridad.

Das brillo a lo nocturno
como los anillos a Saturno
y derrites el hielo de Urano
solo con tus manos.

En un solo universo
tengo más de un verso
que sostiene el peso
de mi corazón en el reverso.

Te lo regalo
otro no podrá igualar
un corazón apuñalado
que aún logra palpitar.


jueves, 29 de octubre de 2015

En un mundo no paralelo.

Llegué al podio
al matar a tus demonios
pero quedé tercero
por eso ahora me odio.

Nunca me conformé 
con ser uno más
si sobre ti quiero poetizar
y ellos completar su harén.

Entierro este desierto
quemo al fuego
soplo al viento
solo si es contigo.

Detengo el tiempo
o lo convierto en infinito
porque no entiendo
un mundo sin tus gritos.

Haciendo eco en mis oídos
llenando los huecos
de cada seco latido
sin miedo a lo desconocido.

A ser consumidos
por el polvo del cosmos
o a algunos
más sentidos.

Partiendo de bajo cero
fundiéndome con el hielo
agarrado a tus dedos
en un mundo no paralelo.

Si para lelos está hecho el mundo
y yo no encajo en este
será que soy un extraterrestre
que quiere robarte unos segundos.




miércoles, 28 de octubre de 2015

Conato de paz.

Volveré a sentirme solo
como en cualquier vagón
cogiendo el tren hacia el dolor
por no parar en tu estación.

Si tu ascenso al cielo
se convierte en mi peor bajón
espero que emprendas vuelo
pero sin decirme adiós.

Rescátame algún día
si aún recuerdas mi poesía;
cuando en la madrugada fría
me abrazo a la nostalgia.

Y mi tristeza no se sacia
si no es con tu armonía.
Toca otra vez la melodía
que da paso a la justicia.

Si solo tu voz acaricia
el sentir de mi ausencia
y vuelva aquella esencia
que yacía ficticia.

La noche parece interminable
y tú eres la culpable de que así sea
porque lo de ser inefable
hace que dormir sea una odisea.

Te esperaré
si no acabo por sucumbir
a la sobredosis del café
y no a la de escribir.

Tal vez acabe
yendo sonámbulo
guiado por mis estímulos
hasta tus brazos.

Y en ese conato de paz
hallaré mi tregua
porque acabará la guerra
de esperarte más.


martes, 27 de octubre de 2015

Transformando soliloquios.

Podrás dejar de hablarme
olvidarme y pedirme
que me aleje para siempre;
pero no dejaré de escribirte.

Para bien o para mal
para recordar o para llorar
para superar lo que ya
queda tan atrás.

Un bonito final
solo encaja en una película
si nuestro amor se tornó partículas
de abrasadoras cenizas.

A bajo cero
es inviable
avivar de nuevo
el fuego.

Aunque tampoco quiero
ya no me quedo
absorto en tus ojos
ni te veo en el cielo.

Aborto la misión
de revivir recuerdos
y solo los imagino
porque todo terminó.

Ahora sientes indiferencia
y también un dolor latente
por obligar a tus latidos
a detenerse al verme.

Mataste a mi poesía
pero acabé por revivirla
solo para escribirte
lo que antes no te escribía.

Sembraste odio
en algunos de mis folios
porque tu despedida dolió
y pensé en tirar hasta el escritorio.

A veces preso del suicidio
otras transformando soliloquios
en odas frente a un espejo roto
pero recordándome que no estoy solo.


domingo, 25 de octubre de 2015

Sin señales de ti.

Otro día sin señales de ti
otro más en que vendí
mi alma al diablo
por no tenerte aquí.

Ni siquiera te siento cerca
y mis mensajes no contestas.
No sé si usar psicología inversa
y pasar de ti a ver si así te manifiestas.

Al final te alejarás
como tantas otras personas
por no poderte demostrar
cuánto me importas.

O porque no te das cuenta
que con todo en contra
hay poetas que encuentran
poesía hasta en tu sombra.

Te asombraría ver mis ojos
rojos al amanecer
por no poderte ver
y saber que no es lo que escojo.

Ya parece una batalla perdida
eso del amor recíproco
si te di lo poco que tenía
y tu protocolo es dejarme solo.

En este desierto
quizá solo seas un espejismo
pero sí es cierto
que es algo mejor que el abismo.

Ojalá lograras conocerme
porque ni yo lo hago
y solo consigo encontrarme
con la luz de tu faro.


sábado, 24 de octubre de 2015

Quémame.

Perdí todo apoyo
la realidad me arrolló
pero ya no huyo
colecciono escollos.

Solo en la inmensidad
llena de polvo y ceniza
donde la gente no es más
que sacos de mentiras.

Ya nada me salva
y quisiera morir
porque el alba
dejó de existir.

No amanece
en este cielo gris
y la noche
apagó hasta París.

Soy otro mártir
y mi corazón cosí
para ver si así
podría volver a vivir.

De nada sirvió
si ya no quedan sabios
que digan que la única opción
es el suicidio.

Anestesio mi dolor
pero no sé hasta cuándo.
Si se acaba el cointreau
y de menos te sigo echando.

Hace tanto que no siento felicidad
que ya desconozco hasta su término
y ya no pido piedad, si no veneno
para hacer de lo eterno algo fugaz.

De la mano de un bolígrafo
para escribir en cada párrafo
que agarro este con más fuerza
que con la que agarraba tu mano.

Quémame en tu hoguera
será la única manera
de extinguir los problemas
que plasmo en mis poemas.



jueves, 22 de octubre de 2015

Podemos.

Tantas preguntas
sin obtener respuestas;
dime por qué duermo
si conmigo no te acuestas.

Por qué me despierto
queriendo estar muerto
y cargo a mis espaldas
el peso de la soledad.

Siendo preso de tu ausencia
ahogándome en sustancias nocivas
en vez de en tu saliva
o contigo en canales de Venecia.

No viviré de escribirte
aún más si no respondes
no soy un virtuoso del arte
pero sé tocar corazones.

Me evado mirándote
aunque no físicamente
no sé cuánto aguantaré
si no quiero vivir el presente.

Quiero regresar al futuro
aunque nunca haya estado
porque sé seguro
que no me habrás olvidado.

Que releerás cada poema
y quizás lamentes mi pena de muerte
mientras hoy mis venas
están cansadas de esperarte.

Pero sin fuerzas para suicidarme
me daré cuerda
para que te des cuenta
que te escribo mientras duermes.

Hoy mi poesía versa sobre ti
tal vez mañana no
porque no podré escribir
que añoro tu voz.

Podemos ser dos
o solo desconocidos
podemos ser todo
o seguir perdidos.


lunes, 19 de octubre de 2015

Serendipia.

Encontrarte buscando ausencia
hallar calma en tu voz meliflua.
Seguir gracias a tu luminiscencia
que ilumina cada noche oscura.

Buscar tus huellas para seguirlas
pisar sobre ellas para unirlas a las mías.
Calentar tus noches frías
con unas simples velas.

Leerte un libro de poemas
sin quemar cada página
hasta quedarte dormida
y taparte con las sábanas.

Tratarte de inefable
porque eres la culpable
de no encontrar el lenguaje
para describirte.

Acariciarte la piel
hasta que se te erice.
Pero hacer que pare
me parecería un crimen.

Escucharte tocar el piano
hasta que me estallen los tímpanos
porque hacerlo no es en vano
si lo tocan tus manos.

Volverte inmarcesible
haciendo lo improbable, probable;
lo imposible, posible;
y quererte, inevitable.

Compararte a lo etéreo
y que este salga perdiendo
porque ahora tú eres el éter;
amanecer; atardecer; y anochecer.

Ser espacio y eterno firmamento;
yo los fragmentos que llenan tu vacío.
Hasta hacer de lo efímero
algo perpetuo.

Poner nudo al desenlace
para que nada acabe
porque estar triste es leve
pero no verte es grave.


martes, 13 de octubre de 2015

Intento olvidarte.

Créete Dulcinea
solo por dejar mancha
en la odisea
que hoy dicta mi poesía.

Quizá ya ni siquiera te vea
y ojalá tampoco te imagine
para que en este lago de cisnes
existan las mareas.

Y nos lleven más lejos
de lo que ya estamos.
A unos extremos
que escapan a los ojos.

Y el antojo de agarrar tu mano
se convierta en lo que somos;
dos simples desconocidos
que coinciden en el cosmos.

Leí más de un libro
que me recordó a nosotros.
Eso de que nos quisimos
y que ahora lo nuestro está roto.

No remonto el vuelo
no te voy a engañar
queda remoto el cielo
cuando te cortan las alas.

Intento olvidarte
con todas mis fuerzas
pero te llevaste
todo menos mi tristeza.

Otra vez que empiezo un poema
donde te trato de odiar
y acabo escribiendo
que no te puedo olvidar.


sábado, 10 de octubre de 2015

Cambiaste tanto.

Cambiaste tanto
que no te reconozco
y ya no quedan focos
en este teatro.

Se apagaron las luces
se fueron los presentes
y el ayer
ya yace distante.

Quizá una máquina del tiempo
nos vuelva a unir
mientras, el devenir
de la vida contemplo.

Pero no ahora
cambiaste tanto
que convertiste minutos
en horas.

Nadie tuvo la culpa
si el tiempo pasa
y ahogo en copas
todas mis lágrimas.

Tal vez te eche de menos
y tú pienses que no
o quizá solo sea un trueno
que suena de vez en cuando.

En los momentos
que pasaba contigo
noches de frío
haciendo de abrigo.

Puede que sigas leyendo
todo lo que escribo
o que cerraras mi blog
forzando el olvido.

Ya te siento lejos
pero quedan recuerdos
cada vez más difusos
de nuestro difunto amor.

Me enfrento al pasado
y a veces incluso sonrío
porque cada segundo
moriría por repetirlo.

Si diste mis sentimientos
por muertos
lee los escritos
que aquí dejo.

Pero cambiaste tanto
que aún me cuesta asimilar
que mataste tu encanto
solo para poderme dejar.