jueves, 29 de diciembre de 2016

Balada triste de mi voz.

En la balada triste de mi voz
nadie aplaude y todos lloran,
mas en este salón estoy solo yo.

No es una obra de teatro, no,
solo es un teatro en obras;
tampoco es una ópera
sino operar mis sobras.

Soy la marioneta descosida
que resbaló de tus manos
en un incendio sin salida.

Qué inflamable la madera,
mis hilos, la tela y mi vida;
qué bonitas manos de seda
las que provocaron mi caída.

No hay ningún resentimiento
ni lamento en la despedida
de nuestros sentimientos.

Pero qué triste controlar
a una marioneta en el suelo
pudiendo hacerla volar
tan solo con tus dedos.

Sin hilos y siendo libre,
nadie aplaude y todos lloran
por un amor imposible.


martes, 27 de diciembre de 2016

Marcha atrás.

He intentado dar 
marcha atrás al reloj
y lógico, no has vuelto,
ya estando tan lejos
como tú de mi voz
vuelve otro recuerdo.
Todavía no sale el sol
y de nuevo lo intento,
mas tal vez este reloj
no sea el nuestro,
o simplemente no puedo
controlar el tiempo.
Ya con el sol me duermo
pero qué amargo el sueño
cuando me despierto
y no te tengo.


lunes, 26 de diciembre de 2016

Monótona tristeza.

No queda nada que celebrar,
sustituí el cava por la absenta
y sin una chimenea en mi hogar
solamente el alcohol calienta.

Es esa melancolía carbónica
la única que trae algo de luz
y mis lágrimas son la tónica
para no creer en la plenitud.

Tengo escarcha en los huesos,
resuenan campanas de oro;
ya no sé a qué sabe un beso,
ya ni a la soledad enamoro.

De la noche soy un adorno
en constante movimiento
y el cielo no admite soborno
para que llueva cemento.

Tengo mil guerras perdidas
que aún ni siquiera he librado,
pero tengo las alas partidas
y todos los demás han volado.

Los ángeles descansan en paz,
mis deseos no son escuchados,
no existe ninguna estrella fugaz
que me impida acabar desangrado.

El lado oscuro de la Navidad
no es más que monótona tristeza,
pero el vacío junto a la frialdad
congelan en invierno mi fortaleza.


viernes, 23 de diciembre de 2016

Junto a mi delirio.

Terminaré encerrado
construyendo muros
que me quiten el aire,
ven junto a mi delirio,
ya solo quiero verte a ti
para luego marcharme.
Llevo años sin razones
para querer vivir,
y no encuentro razón
por la que no morir,
ven junto a mi delirio,
quiero descansar en paz.


lunes, 19 de diciembre de 2016

No saldré de la cama.

¿Para qué salir de la cama?
No me llenará esa comida,
recorreré calles vacías
y no me limpiará el agua.
La luz del día me cegará
y no quiero ver a nadie,
se extinguieron las almas
en este mundo artificial.
Me quedaré observando
las arrugas de las sábanas
que un día serán nuestras
mientras el sol se cuela
por las rendijas que deja
la persiana entornada,
pero sin suficiente fuerza
para secar mis lágrimas.
No saldré de la cama,
me acechan los monstruos
que viven debajo de esta,
me da igual dormir o no
si ya no sé ni descansar
y no tengo sueño alguno.
Guardo un cuaderno,
también un bolígrafo
debajo de la almohada,
y hoy, lo siento, pero
no puedo salir de la cama.


domingo, 18 de diciembre de 2016

viernes, 16 de diciembre de 2016

La carrera.

En la carrera
de que tú me leas
y yo a ti te escriba,
no tengo dudas
de que ganaría,
habiéndote escrito
más líneas que
las a mí leídas;
en esa carrera
seré el poeta
de mil letras
para ti escritas,
y tú, mi lectora
favorita,
digna perdedora,
serás eterna
en mi poesía.



Ciudad de papel.

Desde que sumiste mi vida
en la más miserable ruina,
mi mano de obra escribe
sin querer reconstruir
ni un ápice de lo que tú
un día destruiste.

Aun así tampoco creo
que una ciudad de papel
resista los envites
de los vientos de invierno,
así que le prenderé fuego
con tinta como combustible.

Iniciaré un incendio mudo
salpicado por lágrimas,
y avivando la llama
verás todo aquel humo
que hoy reúno
en media página.


jueves, 15 de diciembre de 2016

Condena.

Condenadme por asesinato,
no conozco al fallecido,
mas tenía sus pertenencias,
sus fotos, sus apellidos.
Tenía también sus latidos
y mis manos llenas de sangre
pero no conozco al fallecido.
Condenadme, eso he dicho,
sin embargo, llegáis tarde,
me he condenado yo mismo.


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Miedos.

Tengo miedos, mas podría ser peor,
podría tener miedo de mis miedos
y para eso ya sí que no tengo valor.


lunes, 12 de diciembre de 2016

Poeta.

Qué belleza la del poeta
sabiendo que por ello ser
su corazón es de papel
y aún así se arriesga.

Qué valentía la del poeta
caminando sobre cuerdas
mientras la luna mengua
y le asolan las tinieblas.

Qué fortaleza la del poeta
que toda su vida espera
escribiendo mil letras
a algo que jamás llega.


Mariposa.

Si muero antes que tú
prometo reencarnarme
en una mariposa
que revolotee
en tu estómago.

Si mueres antes que yo,
y lo siento, amor,
me devorarán gusanos
sin que eso conlleve
lo llamado canibalismo.



lunes, 5 de diciembre de 2016

Entre mil transeúntes.

Nuestra historia es corta,
no da para un libro,
es más, dura
unos segundos
y solo podría ser
uno de los poemas
más breves del mundo;

a lo lejos te vi mirándome
entre mil transeúntes
pero jamás me acerqué.

Desde entonces
no he encontrado
miradas que penetren
cuerpos opacos,
ni otros ojos
que me miren
entre mil transeúntes.


jueves, 1 de diciembre de 2016

Solo yo.

Te abrazaba como se abraza a todo
lo que sabes que acabarás perdiendo,
jamás supe abrazarte de otro modo
ni cuando el amor estaba muriendo.

Ese día en que expiró la magia,
resucitó la vieja nostalgia mía
que la melancolía me contagia,
qué lejos queda ya tu compañía.

Dos diciembres separan ya esa vida,
un punto imborrable en nuestra poesía
sin continuación, a cenizas reducida
por una razón que desconozco todavía.

El invierno no me vuelve frío
si acaso puede que añore tu calor,
lo que cae desde entonces no es rocío
son estalactitas desfilando en tu honor.

Te quería como aún te quiero
la noche más triste de diciembre,
quizá otro te quiera más pero
solo yo te quiero para siempre.


Ni monedas sueltas.

Zapatos rotos, folios reciclados,
camisas a cuadros descosidas;
algún cigarro recién apagado,
y tras él una vela encendida.

Agua fría en la piel herida,
comidas no más de dos al día;
guardadas notas de despedida
escritas desde un alma vacía.

Silencio entre cada maullido,
la voz muda, el oído agudo;
sueña en color el dormido,
blanco y negro veo el mundo.

Los bolsillos dados la vuelta
para solo encontrar soledad;
no tengo ni monedas sueltas
pero tampoco quiero caridad.


miércoles, 30 de noviembre de 2016

Vuelve.

Vuelve cuando el incendio
esté sofocado por completo,
cuando la lluvia anegue
estas mal sembradas tierras
con flores ya marchitas
incluso antes de germinar.
Vuelve si logro matar al tiempo
en su más literal sentido,
si crees que no he vivido
lo suficiente a tu lado.
Vuelve, en esta u otra vida,
ya me hables fría,
o tu aliento sea helado.


domingo, 27 de noviembre de 2016

Queridos compañeros.

La gente corriente me da calambre,
las pocas diferentes me dan la vida
hasta saciar con sonrisas mi hambre.

Quiero dedicarles algunas palabras,
vendar sus heridas solo con poesía
para que estas nunca más reabran.

Anhelo darles un beso a los lejanos,
que se acuerdan de mí al leer versos
y aún me esperan cualquier verano.

Me irrita no recordar a los cercanos
el desmedido cariño que les profeso
en este universo colmado de villanos.

En pájaros nos convertiremos pronto
cuando dejemos de estar enjaulados
y volemos sobre desmesurados pontos.

Mientras tanto esquivemos disparos
de esos que fusilan a la esperanza
sobre la ciudad del cielo entreclaro.

No quiero gente corriente en mi vida
deseo gente que sonría sin paraguas
bajo la lluvia en cualquier avenida.

Que pierda el metro por un pálpito
sin importarle siquiera la espera
o la dirección que manda el hálito.

Me gustan sin hábitos, gente loca
la que piensa, observa y llora,
la que ama callada y se equivoca.

Estimo ese sentimiento recíproco
y sencillamente por ser quien soy
os tengo sobre una peana unívocos.

Dejé de meditar a quien quiero más
para limitarme a regalar el tiempo
que tengo, valioso, y que no volverá.

Con ustedes, queridos compañeros
no cuenta el dinero, ni el interés,
 solo el querer con amor verdadero.


Tokio.

En un rincón solitario
de un barrio de Tokio
tal vez nuestros labios
recreen besos de folios.

Tengo cita reservada
bajo un añoso cerezo
y mi mirada clavada
en todos tus bostezos.

Esta vida es tediosa
y demasiado dañina,
nunca aceptes rosas
si no quieres espinas.

En el Mar de Árboles
hay cielos sin albores,
no quedan ni ángeles
ni color en las flores.

Rescátame esta vez
ya en mi última vida,
y la primera en ver
que aún existe salida.

Solo asiste a esa cita
y te regalaré mis alas,
libre estás más bonita
que vestida de gala.


Sin magnitud.

Me he sumergido
en los charcos
de la avenida
del suicidio.
He nadado
en los vasos
más sucios
de un tugurio.
He buceado
en la saliva
que me mentía
bajo la lluvia,
y también
 me he ahogado
en una lágrima.
En un mundo
sin magnitud,
de aguas bravas
y dolor punzante,
grito socorro
pero nadie viene
a rescatarme.


martes, 22 de noviembre de 2016

Mis días.

Lo más triste de todo esto
es que mis días se dividen
en los que me siento solo
y en los que no me siento.


Al alba.

Plántame un beso de esos
que me reverdezca el alma

regálame una caricia de esas
que a menudo me salvan

concédeme un abrazo de esos
que me acercan a la calma

y otórgame una pasión de esas
que no acaban al alba.


Las últimas gotas.

Si el vaso está medio vacío
apuremos las últimas gotas,
que hay quienes lo tienen lleno
mas ni siquiera les envidio
porque en este se ahogan.


domingo, 20 de noviembre de 2016

Sobre amor.

Quiero que imagines,
si lo consigues, claro,
cuánto puedo querer
si todo lo que escribo
sobre amor lo escribo
sin estar enamorado.


sábado, 19 de noviembre de 2016

Tu humildad.

Así como 
a una estrella
te miro,
con la única
diferencia
de tu humildad,
el poder
verte sin mirar
arriba
y además dejarte
tentar.


De la nada.

Ojalá vengas de la nada
para convertirte en mi todo.


viernes, 18 de noviembre de 2016

En el quinto.

Una herida de gravedad
dice haberse arrepentido
de saltar al vacío desde
la ventana del tercer piso,
y en tono muy reflexivo
maldice su mala suerte
y no vivir en el quinto.


jueves, 17 de noviembre de 2016

Sin ton ni son.

Frases de desamor sin ton ni son
escribo sobre puentes candados,
acerca de la oscuridad bajo el sol,
además de la soledad acompañado.

Nunca soporté las falsas promesas
entre la niebla sin la luz de un faro,
ni las velas apagadas sobre la mesa
que hasta se reían de mí con descaro.

La felicidad recibe bien a los ávidos
que la buscaron entre la penumbra
pero a que todo se escape tan rápido
obviamente uno nunca se acostumbra.

No tengo ni un solo mensaje recibido
y mi llamada anda más que perdida
con un suspiro tras no encontrar oído
que a mis palabras dé la bienvenida.

Me duele ver a las flores marchitas
mas eso no es lo más dramático,
peor es tener semillas de margaritas
pero no poderlas plantar en el ártico.

Frases de amor sin ton ni son
escribo en el bosque profundo,
acerca de un interminable arrebol
que realmente dura unos segundos.

No tengo el control sobre el tiempo
pero sí lo tengo sobre mi imaginación,
tal vez por eso a menudo te contemplo
con los ojos cerrados, ciego de la pasión.

Cierra mis heridas y ningún candado,
comparto la libertad sin que me la pidas;
corriendo avenidas siempre a tu lado,
ojalá tus abrazos me devuelvan la vida.

Adoro tu mirada que reluce apagada
porque aun triste confía en la esperanza,
para muertos en vida tengo dedicadas
cientos de poesías y miles de alabanzas.

Tus huesos son cristalinos si te quiero,
por esa razón no apretaré tus manos;
solamente aspiro a ser el compañero
que te regala brisa en días de verano.


miércoles, 16 de noviembre de 2016

Si le mientes.

Te deseo lo mejor
es más, a él también;
te pido que si le mientes,
sea porque le has dicho
que no le quieres,
porque sé lo que duele
que te engañen diciendo
que de verdad te quieren.


martes, 15 de noviembre de 2016

Parque de atracciones.

Yo poseo mi propio
parque de atracciones;
vivo en la casa del terror,
sé de las subidas y bajadas
de la montaña rusa,
de las vueltas de la noria
hasta perder el sentido,
y de los globos que escapan
de las manos de los niños.


lunes, 14 de noviembre de 2016

Un deseo.

Permíteme robarte un beso
y dos minutos de tu tiempo,
ahora déjame pedir un deseo;
que el tiempo sea eterno
y que sea más de un beso.


Muriendo.

Siempre nos estamos muriendo
hasta en el mejor momento
de toda nuestra estúpida vida.


domingo, 13 de noviembre de 2016

Era bonita.

Era bonita,
más incluso 
que el cielo,
y también más
que el mar,
era ese misterio
que se esconde
en el horizonte.

Era bonita,
qué duda cabe;
eclipsaba al sol,
ofendía a la luna,
por no hablar
de su voz
de nanas
de cuna.

Pero se volvió fea,
no por las arrugas,
no digo desnuda,
hablo de su alma
que ya no tiene cura,
impura, no intacta
se volvió adulta
porque el tiempo pasa.

Se volvió fea,
es algo innegable,
ya no amaba
como antes,
se hizo grande,
pero lo que no sabe
es que su corazón
dejó de ser gigante.