miércoles, 30 de diciembre de 2015

Charcos de Londres.

Londres me verá amarte
y el aire será arte,
porque el tuyo
igual se esconde.

Y consigo ver
lo que otros no pueden,
como atardeceres
pasando desapercibidos.

Como tus latidos
que ahora vuelven
a darme motivos 
para seguir
cuando dentro llueve.

Y reflejados
en charcos de Londres,
pronunciarás mi nombre
al dejarme callado.

Si a tu lado el dolor
es inevitable
por no dejar que hable
al escuchar tu voz.

Pero ahora
deja que te diga
que sacaste rosas
de donde solo había espinas.

Que eres poesía
en tu inmensidad
y que a cada ciudad
la haces más bonita.

Entre todas las ciudades
tú eres mi favorita
si cada rincón de ti es
algo que todos deberían visitar.

Pero siempre quedarán
los charcos de Londres
para ver que eres
la mejor ciudad.


sábado, 26 de diciembre de 2015

Falsas ilusiones.

Me salvé miles de veces
creando falsas ilusiones.
Algo en qué creer
como un viernes trece.

Y hoy, veintiséis de diciembre
sigo con la incertidumbre
de si este mundo lúgubre
me ofrecerá algo diferente.

Pero ya no espero a nadie
si hasta lo más fuerte
se lo lleva el aire
o en su lugar, la muerte.

Aun así quiero que me recites
el poema más triste
antes de irte
para que así resucite.

Ya es imposible
arreglar este desastre
y ser libre
sin que nadie me desate.

Si mis labios callan
palabras que quiero decirte
es porque estas andan ya
perdidas por Júpiter.

Un día grité
y no respondiste,
no esperes entonces
que pinte tu cielo de colores.

Los míos son grises
y no espero días mejores,
si cambian los matices
pero no los pintores.

Poco a poco te vuelves invisible
y mi única opción es
crear falsas ilusiones;
como pensar que nunca te fuiste.


sábado, 19 de diciembre de 2015

Perderme contigo.

Desde que no sonríes
mi cielo vuelve a ser gris
y todos se tornan maniquíes
porque solo pienso en ti.

En poner París
a tus pies;
si mi intención es
verte feliz.

Evadirnos del dolor
escuchar tu voz
respirar tu olor
ser solo dos.

Pintar en muros
que el mundo es nuestro
y que los monstruos
son producto de lo oscuro.

Que podemos ser eternos
si así lo queremos
y convertir este infierno
en el más largo invierno.

Manejamos el tiempo
a nuestro antojo
y yo elijo consumirlo
contemplando tus ojos.

Son tus huellas las que me pisan
y tu sonrisa la que hace mella;
solo con eso ya eres poetisa
y eclipsas a cada estrella.

Pero haz camino conmigo
si el sentido es andar perdido
y lo único que persigo
es perderme contigo.


jueves, 17 de diciembre de 2015

Ya no llueve a cántaros.

Y... de repente... me curaste.
No sé cuándo ni cómo
ni dónde escondes
esa virtud de oro.

Si un corazón roto
puede ser reparado
estoy preparado
para otro día de luto.

Pero no para no estar juntos;
prefiero un segundo a tu lado
que aprender a estar preparado
para pasar sin ti el resto de minutos.

''¿Qué sería de mí?'',
entonces me pregunto.
Pero no me preocupo
porque mi opción sería morir.

Mi mayor desasosiego
es no tenerte aquí
y también el miedo
a que te puedas ir.

Si por cada palo que recibí
te construyo un palacio
al lado de París,
al menos acaba con mi vacío.

Mata mi vértigo
para volar contigo,
y que este firmamento
no sea solo para pájaros.

Desde que estás conmigo
ya no llueve a cántaros
y soy amigo
de los días soleados.


lunes, 14 de diciembre de 2015

Y sigo.

Tantos poemas, y sigo
sin poder decirte
que soy el ciego
que por ti existe.

Tantas palabras, y sigo
sin lograr describirte
aunque contigo
eso es imposible.

Tantas madrugadas, y sigo
pensándote como el primer día
como cualquier domingo
pero con mi cama aún vacía.

Sigo convirtiendo cada sombra
en tu silueta
y sigues siendo la mejor obra
de mi libreta.

Puedo seguir escribiendo
aunque también podría callar
que hable el silencio
o el sonido del mar.

Que hablen tus suspiros
en las pausas que dejan
las olas color zafiro
al llegar a la arena.

Otro poema que escribo
y que no te daré por vergüenza
o por querer ser el desconocido
que desea acabar con tu tristeza.

Saber que el día comienza
y que no será a tu lado
es como romper las piezas
de un puzzle no empezado.

Pero solo tú me das fuerzas
para apagar este incendio
donde un universo a la inversa
nos traiga un bonito invierno.

Apaguemos el infierno
que nos quema.
¿Qué nos queda
si no lo hacemos?


sábado, 12 de diciembre de 2015

Equivoquémonos.

Las noches sin ti
parecen apocalipsis
y los poemas de Bukowski
me hacen verte aún más sexy.

O al menos imaginarte así
con el frío que te caracteriza
tan frío que mis vellos erizas
con solo oír esa voz tan meliflua.

Si cada palabra la conviertes en poesía
y yo sueño con ser poeta
quiero que seas la musa en mi planeta
de sensaciones vacías.

Para tornarlas en llenas
y tener más de una luna
de esas que iluminan
cada noche negra.

Escribir me salvó la vida
y ahora quiero que sea eterna
o al menos tan duradera
como para cerrar mis heridas.

Dijo una vez Neruda:
''Quítame el pan si quieres
quítame el aire, pero
no me quites tu risa''.

Ya que entonces no sabría poetizar
sobre aquello que me hipnotiza
y no sentiría la necesidad
de resurgir de mis cenizas.

Llamemos ''error'' a eso del amor
y equivoquémonos.
Al fin y al cabo somos
producto del caos.


viernes, 11 de diciembre de 2015

Una oportunidad.

Me duele pensar
que eres como las demás
y que todas tus palabras
son mentiras.

Ábreme los ojos
y dime que no es verdad,
que no me equivoco
al quererte amar.

O más bien al necesitarlo
si toda flor se marchitó
y este otoño
es cada vez más largo.

''¿Por qué me tocó ser yo?''
me pregunto a diario.
Supongo que me es necesario
escuchar tu voz.

Ahora dime si en el espacio
no hay sitio para los dos,
y me iré despacio
con los pies descalzos.

Hay un atasco
en la avenida del suicidio
aún tienes tiempo a remediarlo
y acabar con mi martirio.

Cambié por ti todos mis objetivos
ahora solo necesito tenerte aquí
desde que respirar no es motivo
para poder sobrevivir.

Solo me salva escribir
y le queda poco a este lápiz
si lo clavo en cada cicatriz
de las puñaladas que recibí.

Te echaré de menos si me voy
aunque eso solo son suposiciones
como que el amanecer me dará razones
para no irme hoy.

Por eso te pido una oportunidad
ante este cúmulo de emociones
en el que ni siquiera me das
un par de opciones.


martes, 1 de diciembre de 2015

Dulce sirena.

Te espero sentado en la arena
a sabiendas de que no vendrás.
Aunque entre estas aguas salinas
sé que te encuentras.

Ojalá hallara mi conato de paz
al oír otra vez tu voz, dulce sirena.
Siendo esta tan meliflua
como el sonido del mar.

Allá donde naufragan mis penas
y suelo evocar tu silueta.
Porque para un poeta
no ver a su musa
es la mayor condena.

No me perderé en quimeras
si vida me das
para afrontar tormentas
en las noches más sangrientas.

Si los mayores tesoros
en el fondo del océano están
y este se llenó de mis lloros
espero que mis lágrimas vuelvan.

Para que el agua se evapore
y no te añore una madrugada más.
Que el anticiclón de tus Azores
acabe con mi tempestad.

He perdido la cuenta de las noches
que llevo esperándote;
de las que trasnoché
intentando divisarte.

Con la cadena perpetua
de no compartir una pasión mutua
y bajo esta luna llena, dulce sirena,
sigues oculta.