Tren.

A veces pienso en coger un tren

otras pienso en que un tren me coja

y así va la vida corriendo de la muerte

y así va la muerte corriendo de la vida.

Vocación.

Aunque tuviera vocación de todo

siempre estaré abocado a la nada.

Fin.

No temo vivir en el fin del mundo,

temo vivir en el mundo del fin.

Renacer.

No siempre quise vivir,

a veces solo quise renacer

todo está viejo para mí,

duermo tras el amanecer

demasiado malo conocí,

para ahora mentir a mi ser.

No siempre quise morir,

a veces solo quise renacer

todo lo que veo es gris,

la primavera dice palidecer

desconocer hace feliz,

o eso me relevó hoy el ayer.

Disparo.

Es horrible vivir en un mundo

en el que apuntar con un dedo

puede llegar a ser un disparo

con una muerte a largo plazo.

Entrada.

Esta solo será otra entrada

en la que no encuentro salida.

Si quiere.

La podría invitar a una copa, si bebe

La podría invitar a un cigarro, si fuma

Y hasta la podría invitar a un corazón,

                                            si quiere.

Sollozo.

Rompimos a llorar,

lloramos al romper;
tuvimos que partir.

Traslúcido.

Tras beber alcohol a estragos

me he embriagado de tristeza,
sopesando las ventajas de morir
y tropezando con mi existencia

tras fumar drogas a escaladas
he encumbrado a la nostalgia,
añorando las ventajas de vivir,
soñando que ayer será mañana.

Disyuntiva.

Siempre me perseguirá

la lamentable sensación

de que jamás pude vivir

todo por lo que moriría.

Eclipse.

[... Tú que eres mujer

de una sola noche,

yo que soy el hombre

de todos los días,

quizás en un eclipse

y pese a la bruma,

las noches amen

a los soles

y los días amen

a las lunas.]

Comprender.

En el fondo de la marginalidad

dejé de mendigar comprensión,

porque en el fondo, mendigar

comprensión es tocar fondo.

Desprevenido.

Fotografíame estando desprevenido,

me fascina el amor en movimiento

y su método para matar al tiempo

No sé posar sin estar desprevenido,

no sé volar sin estar desprevenido

Sigue mi pista y solamente dispara,

asesina al tiempo, y que tu mirada

congele a un espacio sin segundos.

Resumiendo.

Prefiero reírme de la muerte
antes que sonreírle a la vida.

Una vida.

Si una noche cualquiera, o día,

planteo una irremediable partida

tú que a todas horas me miras,

no me mires, no tengo siete vidas.

Si una noche cualquiera, o día,

te recito un poema de despedida,

quizá pueda parecerte mentira,

pero ni siquiera sé vivir una vida.