domingo, 26 de octubre de 2014

Aullidos de lobos.

Ayer todo era mejor,
lo saben las paredes
que ahora pinto de rojo.
No me mojo porque
ni siquiera salgo.
Veo la lluvia por la ventana
y a mi llanto reflejado.
Estoy roto en mil pedazos,
la coraza se ha quebrado.
Pido auxilio, y únicamente
se oyen aullidos de lobos,
que me recuerdan que estoy solo.
Para de llover y huyo lejos,
con suerte moriré en el asfalto.
Tiro un mensaje al mar dentro
de una botella, porque yo
no quepo en ella,
con la esperanza de que lo lea.
Antes que quemar el pasado,
que se lo lleve la marea
a algún lugar lejano,
estaría bien que fuesen tus manos.
Ya sin esperanzas, vuelvo a casa,
he perdido las llaves,
o quizás las he tirado,
para no volver a la cama,
que me hace anhelar tu calor helado.

jueves, 2 de octubre de 2014

Tintes.

Frases difíciles para corazones frágiles,
letras hechas para mentes ágiles.
En prosa,
en verso,
y quisiera leer hasta el reverso
del libro que se escribe con tinta
transparente de las lágrimas que vierten,
los que prefieren el arte a la muerte.
Te advierto que las páginas pueden
volar con el viento, porque el otoño
remueve sentimientos,
que quizá se fueron hace mucho,
pero volverán con el tiempo.
Ahora sigues escribiendo, 
o llorando, como prefieras llamarlo,
y rellenando páginas que estaban
en blanco.
Escritos sobre mojado,
alcohol para pasar el mal trago;
irónico, 
como el atentado el que
en mi mente ha estallado.
Reescribes con nuevas lágrimas
el pasado, que se ha secado.
Vives el presente con
los ojos brillantes.
Miras al futuro,
donde el fruto 
de tu escrito es tinta,
y las lágrimas ya no pintan.