domingo, 26 de octubre de 2014

Aullidos de lobos.

Ayer todo era mejor,
lo saben las paredes
que ahora pinto de rojo.
No me mojo porque
ni siquiera salgo.
Veo la lluvia por la ventana
y a mi llanto reflejado.
Estoy roto en mil pedazos,
la coraza se ha quebrado.
Pido auxilio, y únicamente
se oyen aullidos de lobos,
que me recuerdan que estoy solo.
Para de llover y huyo lejos,
con suerte moriré en el asfalto.
Tiro un mensaje al mar dentro
de una botella, porque yo
no quepo en ella,
con la esperanza de que lo lea.
Antes que quemar el pasado,
que se lo lleve la marea
a algún lugar lejano,
estaría bien que fuesen tus manos.
Ya sin esperanzas, vuelvo a casa,
he perdido las llaves,
o quizás las he tirado,
para no volver a la cama,
que me hace anhelar tu calor helado.

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