domingo, 26 de abril de 2015

Aquí, sin ti.

Cicatrizando heridas,
en esta madrugada,
con cinco perdidas,
y sin intención de devolverlas.
Miro al techo como 
si tuviera escrita la respuesta.
Con la maleta hecha,
por si acaso,
el ocaso me tienta
a marcharme de esta ciudad;
pero ya han pasado varias horas,
solo me queda esperar,
a que otro llegue,
y tenga el valor
de dejarlo todo atrás.
Tras cada recuerdo una sonrisa,
pero también caen lágrimas,
porque seguramente no volverás,
y si lo hicieras, te volverías a marchar.
Dejo ya el bolígrafo en el lapicero,
que quizá no es su lugar,
pero el tuyo es aquí,
y mira dónde estás.

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