sábado, 11 de abril de 2015

[Espacio].

Observo el cielo, que ha dejado nubes,
en una urbe donde pájaros huyen;
vuelan, hacia lugares mejores,
llenos de flores, y vacíos de muchedumbre.
Yo también me iría, si no fuera
por las obligaciones que imponen.
Pero no queda más remedio,
que mediar entre lo malo y lo bueno.
Soy demasiado obsceno a veces,
poeta grotesco, detesto todo lo existente.
Tengo que contar que, a menudo,
cuento estrellas hasta dormirme,
porque solo en el espacio, soy libre.
Aunque últimamente la polución las cubre,
y pienso en mudarme lejos,
donde esta no exista,
pues me excita pensarlo,
porque visten a la noche.
Creo en la vida extraterrestre,
porque he llegado a sentirme en Júpiter;
tener, esa sensación de abandonar esta superficie.
Hasta que me acaricia una brisa,
que me trae de vuelta a la Tierra,
y cierra mis puertas a un lugar exterior,
que crea en mí tristeza permanente,
pero que por más que no quiera,
me ata para siempre.

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