sábado, 25 de abril de 2015

Instantes.

No comentaría lo que me pasa
si no lo necesitara,
tú más que nadie lo sabes, folio.
Y es que ni de ti me fío ya,
pues tengo miedo de cortarme
con tus filos,
esos que tanto me han ayudado.
Quizá no hablo yo, habla mi rabia,
y te cuenta que ha perdido la cuenta
de los que me han fallado.
Estoy abatido, pues ya son más de mil disparos,
y me resulta raro, no haber caído aún.
Pero, ¿qué motivos hay ya? ¿qué me queda?
He pedido ayuda, y todos se han dado la vuelta.
Me siento cual anciano de 18 años,
solitario, y loco de psiquiátrico.
Resulta patético, más cuando has tenido tanto,
y por darlo de lado, acabas perdiéndolo.
He oído una forma de recuperarlo,
pero solo durante unos segundos,
para después caer en el sueño eterno.
Sin que nadie me impida el paso,
sin regreso,
me lanzo al paraíso instantáneo,
de mis mejores momentos,
y luego, saludo a la muerte.

No hay comentarios:

Publicar un comentario