viernes, 27 de marzo de 2015

Madre mía.

Madre mía la manía de recordar
tus manos a la luz de un flexo.
Y es eso, o pensar en el brillo de tus ojos,
cosa que se me antoja a cada momento.
O tus besos, con efecto analgésico,
los cuales también anhelo.
Y el olor de tu pelo, siempre fresco
como la menta que alimenta mi olfato.
Fuegos fatuos bailan sobre pantanos,
mientras grito y resuenan mis tímpanos;
todo esto por volver a vernos.
Y es que es tan corto el tiempo,
pero tan largo sin ti,
que no entiendo nada,
solo que te necesito aquí.
Madre mía, cuando escribo tan rápido,
parece que la tinta se ha derramado,
pero solo fluye en forma de palabras,
por lo que siento sin tenerte a mi lado.

2 comentarios:

  1. ¿Te has impregnado de la melancolía semanasantera...? Está bien. Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar... Saludos.

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  2. Mi melancolía siempre está presente, jeje. Tu comentario da que pensar, ¡gracias!

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