sábado, 7 de marzo de 2015

Ilusiones inexistentes.

Si me tengo que callar lo peor,
hoy lo suelto todo.
Es rencor, es rabia, es dolor,
es el silencio reprimiendo mi interior.
Es la infancia que voló,
y hoy echo de menos.
Y hecho de veneno están
esos usurpadores de tesoros;
hecho de cenizas me siento yo,
con esta soledad sumisa,
que no se va ni aunque la pise.
Como una sombra al atardecer
de un verano caluroso,
poso mis pies sobre ella,
y pasa que no puedo pisarla,
pues huye, pero no se va;
y si me voy yo, me persigue.
Es triste, pero a la vez bonito,
que algo te siga, aun sin tener nada.
Contarle al viento palabras,
que ella no comprende,
por ser compañera inerte,
aunque mejor eso a tener
a alguien que llene de
ilusiones inexistentes.
Pero, este pirata aún tiene
mucha guerra que dar,
pues en este mar,
no quedan islas para naufragar.

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