sábado, 14 de marzo de 2015

Sigues entre nosotros.

Cada vez más triste,
hasta que tu luz se ha apagado,
pero no nos confundamos,
seguirás brillando allí arriba.
Siempre sufriendo en silencio,
la sentencia no es justa,
y ni siquiera, reclamar puedo.
Te ruego, que si lees esto,
tras no haberme podido despedir,
sepas que te echo de menos.
Siempre por delante, 
valiente y fuerte como nadie,
aunque ya no estés,
en la puerta esperas.
No habría otra manera,
de superar tu ausencia,
que imaginar cómo
sigues aquí dando guerra.
El ciclo de la vida,
es una continua 
sucesión de caídas,
pero al menos tú lamías mis heridas.

Me encanta el cielo,
y ahora más,
ya sabes por qué.
Sabía que apuntabas alto,
pero no quería que te fueras,
aun así, apuraste tus últimas fuerzas.
Te escribo desde la tristeza, y es que
hacía mucho que no lloraba escribiendo,
he de admitirlo, pero es difícil
perder a un ser querido.
Ahora estás de camino,
pasito a pasito,
hacia el cielo infinito.
Te deseo lo mejor,
y nos vemos pronto,
aunque sigues entre nosotros, Tysson.

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