sábado, 24 de octubre de 2015

Quémame.

Perdí todo apoyo
la realidad me arrolló
pero ya no huyo
colecciono escollos.

Solo en la inmensidad
llena de polvo y ceniza
donde la gente no es más
que sacos de mentiras.

Ya nada me salva
y quisiera morir
porque el alba
dejó de existir.

No amanece
en este cielo gris
y la noche
apagó hasta París.

Soy otro mártir
y mi corazón cosí
para ver si así
podría volver a vivir.

De nada sirvió
si ya no quedan sabios
que digan que la única opción
es el suicidio.

Anestesio mi dolor
pero no sé hasta cuándo.
Si se acaba el cointreau
y de menos te sigo echando.

Hace tanto que no siento felicidad
que ya desconozco hasta su término
y ya no pido piedad, si no veneno
para hacer de lo eterno algo fugaz.

De la mano de un bolígrafo
para escribir en cada párrafo
que agarro este con más fuerza
que con la que agarraba tu mano.

Quémame en tu hoguera
será la única manera
de extinguir los problemas
que plasmo en mis poemas.



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