lunes, 19 de diciembre de 2016

No saldré de la cama.

¿Para qué salir de la cama?
No me llenará esa comida,
recorreré calles vacías
y no me limpiará el agua.
La luz del día me cegará
y no quiero ver a nadie,
se extinguieron las almas
en este mundo artificial.
Me quedaré observando
las arrugas de las sábanas
que un día serán nuestras
mientras el sol se cuela
por las rendijas que deja
la persiana entornada,
pero sin suficiente fuerza
para secar mis lágrimas.
No saldré de la cama,
me acechan los monstruos
que viven debajo de esta,
me da igual dormir o no
si ya no sé ni descansar
y no tengo sueño alguno.
Guardo un cuaderno,
también un bolígrafo
debajo de la almohada,
y hoy, lo siento, pero
no puedo salir de la cama.


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