miércoles, 20 de enero de 2016

Guardo una nota de suicidio.

Guardo una nota de suicidio
como preludio a mi muerte;
deberé poner algún remedio
si siempre fue esquiva la suerte.

Si mis lágrimas se vierten
y a mis páginas visten,
estas tristes me advierten
del rojo de su tinte.

Melancólico siempre me viste;
en silencio por cicatrices.
Mis sonrisas jugando al escondite,
y yo esperando días más felices.

Siempre preferí el ayer maquillado,
el nacer de otro día soleado.
No el hoy colmado de chubascos,
y mis pulmones negros por el tabaco.

Los ojos hinchados de no pegar ojo;
el insomnio reprimiendo el silencio;
noches en las que al recuerdo acojo
para que me devuelva mis sueños.

No sé si el olvido se los llevó todos
o es que realmente no existieron,
o como Nerón de algún modo
los quemé para un futuro nuevo.

Ya no muevo los hilos,
pendo sobre estos.
Al filo del abismo
donde ya no tengo miedo.

Tomad mi nota
y mis poemas.
No hay mas;
se acabaron las derrotas.


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