sábado, 12 de marzo de 2016

Ardientes escalofríos.

Se demora la primavera
junto con mi esperanza,
nunca dejé que disuadieran
mi falta de confianza.

La balanza no se decanta
por un porvenir mejor;
grillos dejaron de cantar
para no desgastar su voz.

Tras un manto de niebla
y entre vasos de ginebra
se esconde tu silueta
y la literatura de un poeta.

Cómo aúno ambas piezas;
tu esencia y mis poemas,
si solo expreso tristeza
en cada uno de mis temas.

Tú en Roma,
yo ahogado en Venecia;
son las consecuencias
de amar tu persona.

Intento llenar el vacío
tirándome a este,
ya no me seducen ríos
que nadar a contracorriente.

Consciente del desvarío
que supone quererte
y los ardientes escalofríos
 de imaginarte y no tenerte.

Vivo donde las quimeras
son mi única realidad
y te haces de rogar
en una eterna espera.


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