jueves, 28 de julio de 2016

Mi amada compañera.

No sé si todo me recuerda a ti
o tú me recuerdas a todo;
en tan pequeño lapso de tiempo
no hubo minutos para estar solos.

Te quería como no he querido a nadie
y en cada bocanada de aire
sabía que no volvería
a querer así a alguien.

Con esa intensidad
con la que aún te quiero,
con esa esperanza
con la que aún te espero.

Hablar de tus besos
da lugar a la poesía;
creaste de la fantasía
los más bellos versos.

La realidad se apodera de mi sentir
cada vez que pienso
que podrías estar aquí
creando el sentimiento más intenso.

Nada visible al ojo humano,
eternamente intangible
incluso para tus manos
que nunca sabrán lo que te quise.

Tal vez si lo supieras
ni siquiera hubieras planteado irte;
si supieras que oírte
sustituye a cada falsa primavera.

Desde que faltas en mi vida
el vacío ha vuelto a apoderarse de mi ser
y ser quien curaba tus heridas
me ha replanteado la razón de vivir otra vez.

Claro que puedo vivir sin ti,
otra cosa es que quiera;
mi amada compañera
ya formas parte de mí.

Eres mi ala izquierda
que rota volar mi impide;
el cielo hoy me despide
si de quererme no te acuerdas.

Jamás me preguntes
que si te echo de menos;
por cada uno de mis apuntes
mi amor por ti desencadeno.

Mi amor es libre
pero elegí querernos;
ni en el más calcinante infierno
olvidarte se hace posible.

Ahora solo vuelo a ras de suelo
dando de bruces contra el asfalto;
tú que lograste llevarme al cielo
tú que me empujaste a lo más alto.

Te di hasta lo que nunca logré tener;
un corazón entre cruces
.que sin apenas luces
te empezó a querer.

Podría gastar toda mi tinta
escribiendo que eres distinta;
pero hoy solo eres distante
y en este instante mi cielo gris se pinta.

Fuiste y eres,
mi musa y mi artista;
anocheceres y amaneceres
de mi poesía protagonista.

Te quiero más de lo que imaginas;
te imagino en el cruce de cualquier esquina,
anhelo que reconstruyas mis ruinas
rodeadas de jardines con rosas pero sin espinas.


No hay comentarios:

Publicar un comentario