sábado, 8 de agosto de 2015

Me pierden tus ojos verdes.

Me pierden tus ojos verdes
si los miro fijamente.
Me sacas de este vertedero
con solo verte.

El cielo vuelve a ser celeste
oteo las nubes grises
alejado del desastre
que acabaste por romper.

Huésped en tu corazón gigante
que más allá de lo triste
hace que resista a los trenes
que lograron atropellarme.

Y si me llevaron por delante
que me bajen en tu estación
ya anduve por suficientes andenes
sin ton ni son.

Ni cuento con la suerte
ni la necesito
si viene la muerte
dile que sigo vivo.

Ya me aparté del precipicio
y encontré motivos
para darle algo de color
a todo lo que escribo.

Un poema más, un poema menos
pero uno que no se tiñe de negro.
Porque contigo encuentro consuelo
y arreglo el reloj que paró mi tiempo.

Que se jodan las rejas si las rompo
hace mucho que la vida juega a su antojo
y si te alejas, recorro cielo y tierra
para no dejar que tu mundo se tiña de rojo.

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