domingo, 22 de noviembre de 2015

Seguiré siendo el gato negro.

Nunca más seremos Bonnie & Clyde
si hablábamos de huir
y nuestro amor resultó abatido
cualquier noche de domingo.

Quizá nos confundimos
pensando en el dinero
y cada uno de los ''te quiero''
quedó en el olvido.

Seguiré siendo el gato negro
que desaparece en cualquier agujero
y nuestro amor íntegro e íntimo
será un ínfimo recuerdo.

En el intento de reavivar momentos
que hace mucho que murieron
me quemo por dentro
con el fuego que calcinó mi cuerpo.

Si al menos los cartuchos
hubieran sido de fogueo
en el tiroteo de tus dieciocho
disparos a mi corazón mustio.

Hablaríamos de otro noviembre juntos
y no de un amor ya difunto.
Ahora rindo tributo a todo esto
porque nada fue perfecto, pero fue nuestro.

Cada vez que me prometo
no volver a escribirte
fallo en el intento
y mi interior se desviste.

Que te vaya bien con quien te ofrezca
mundos más felices
alejados de la tristeza
que todavía no comprendiste.

Y es que todo se basa
en querer.
Querer quererte bien
hasta cuando la muerte abraza.

Amenaza ahora la soledad
que se torna duradera
en la eterna espera
de pensar que no volverás.

Seguirás siendo Clyde
y yo jamás volveré a ser Bonnie
desde que lo bonito es más frágil
y el amor algo más que mensajes al móvil.


No hay comentarios:

Publicar un comentario