sábado, 28 de noviembre de 2015

En las noches más polvorientas.

Ya no te busco a tientas
a sabiendas
de que la jodienda
es tenerte cerca.

En las noches más polvorientas
pero sin pólvora en cada polvo
mando cada bala de vuelta
por la muerte del morbo.

Tu cama se tornó en tumba
y sigue fría como la tundra.
Esperando a que me pudra
por no ser el que la ocupa.

No seré quien llene ese vacío
si a este cúmulo
de crepúsculos
mis secretos le confío.

Que no te necesito
es un hecho.
Y si te escribo
es por despecho.

En ese margen tan estrecho
los polos acabaron siendo opuestos
y nos separamos como dos desconocidos
para no volver a vernos.

Tal vez eche de menos
algunos de tus gestos
pero ya no malgasto el tiempo
en un amor no verdadero.

Nos quisimos
no lo dudo
pero todo
fue efímero.

Ahora solo son números
versos desnudos
recuerdos trémulos
pero sin ningún futuro.

Fuimos dos pasajeros
que al final salieron
de ese mundo paralelo
y de nuevo partieron.


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