martes, 7 de julio de 2015

Ya es costumbre.

Dejaría de escribir
lo dejaría
pero todavía
no es el momento.
Cuando haga acrobacias
y esquive la poesía
argumentada
por desgracias
quizás.
Atento a ataques
atento no con tanques
construyo bloques
que me salven del desastre.
Ya es costumbre
alejarme de mis bienes
y esperarte aunque
no vengas a buscarme.
Entre la muchedumbre
mi alma lúgubre
deslumbra
cuando todo se oscurece.
Para los supersticiosos
un continuo martes y trece
para mí un desorden
evadido entre papel y auriculares.

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