Un día me iré para no volver;
no echéis de menos un cuerpo ya inerte.
Me matasteis vosotros en una masacre
de tormentos a mi mente.
Me exilio en mis delirios,
me cansé de domingos
en algún bareto podrido.
Y perdido, no sé cuál es el camino.
Sin ir ebrio, mi sed se sació,
en cuanto me quité de en medio,
porque aquí mi tiempo se acabó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario