jueves, 14 de mayo de 2015

Me mató saber.

La hoja que ahora estrujo,
por la hora en la que repudio lo que escribo.

Parece que ya no se me da bien ni estar jodido.
Gritos de silencio en un latido seco,
como si amenazara con ser el último.

Como el humo que mantiene la llama,
o como la llamada que no llega,
pero que da vida a la espera.

Es tela la estela
que dejas cuando pasas.
Lástima que últimamente
te dejes ver menos por este lugar.

La luna ya no brilla igual,
o será que la miraba en tus ojos al reflejar.

Alzo un grito mudo, que sé que oirás;
porque escribo en papel,
lo que no pude decirte,
y sé que lo lees.

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